Los negocios en el centro comercial de Malaui, la ciudad de Blantyre han cerrado el día 21 de septiembre, de cara a posibles manifestaciones anti gubernamentales, por lo que grupos de derechos humanos han pedido a la gente que no vayan a trabajar, hasta el fin de semana, para evitar los riesgos de episodios sangrientos.
Las fuerzas de seguridad del presidente, Bingu wa Mutharika, mataron a 20 personas cuando se enfrentaron a los manifestantes, el pasado mes de julio, de protestas contra el gobierno del país del África austral. Un juez del Tribunal Supremo levantó la prohibición de manifestaciones en la calle, el pasado día 20 de septiembre.
El día 21 de septiembre, había una calma tensa en las calles de Blantyre y en la capital, Lilongwe, con muchos ciudadanos preocupados por la posibilidad de otra represión violenta de las marchas, por parte de las fuerzas de seguridad. La Bolsa de valores de Malaui también cerró este día.
Los activistas quieren que el presidente responda a la petición lanzada para que dé cuenta de su riqueza, y que se ocupe de la escasez crónica de combustible y divisas, que han incrementado la miseria de los más pobres, y también le exigen que restaure las relaciones diplomáticas con el ex poder colonial, Gran Bretaña.
La preocupación por la reacción de la policía a cualquier manifestación ha hecho que los grupos de defensa de derechos humanos pidan a los trabajadores que se queden en casa el resto de la semana.
“La policía dice que no protegerá a nadie que acuda a las manifestaciones de hoy, y por eso estamos pidiendo a la gente que se quede en casa durante tres días”, explicó Peter Chinoko, líder de un grupo de defensa de derechos civiles.
En agosto, funcionarios de la ONU de Malaui, negociaron un acuerdo para que no hubiera más manifestaciones, pero los grupos de derechos abandonaron el proceso la semana pasada, cuando las propiedades de dos destacados activistas fueron atacadas con bombas de gasolina.
Malaui, que depende de la ayuda exterior para el 40 % de su presupuesto nacional, ha perdido cientos de millones de dólares de ayuda extranjera, debido a la represión de las protestas y las relaciones de Mutharika con la comunidad internacional cada vez son más tensas. “El impacto total de la retirada de las donaciones internacionales sobre el presupuesto se sentirá durante un largo periodo de tiempo en el futuro”, según declaró el Standard Bank en un informe reciente.
(News 24, 21-09-11)
