Este preparado, responsable de la muerte de docenas de consumidores cada semana, contiene cánnabis, fentanilo, tramadol y formaldehído.
¿Qué efectos produce este combinado?
Los efectos de la droga varían y dependen del consumidor y del contenido. Entre los varios componentes producen euforia, relajación o alteración de la percepción, confusión, así como somnolencia y atontamiento, que desconecta a los consumidores de su entorno. Este atentamente y desconexión del entorno puede provocar accidente; caídas peligrosas y accidentes de tráfico. Los consumidores son en general varones de entre 18 y 25 años.
¿Dónde se consume?
En Sierra Leona y los demás países de África occidental. Al parecer la droga pasa de Guinea y Liberia, países que comparten fronteras terrestres porosas con Sierra Leona, lo que favorece el tráfico de narcóticos. Las pandillas locales se encargan de mezclar estos productos, que se importan desde el exterior y que se consiguen, sin ningún problema, a través de internet.
¿De dónde proceden estos productos?
El cánnabis se cultiva en grandes extensiones en Sierra Leona y tanto el fentanilo como el tramadol parece provenir de laboratorios clandestinos chinos ilegales o de laboratorios igualmente ilegales a lo largo del continente asiático, desde donde se exportan a África Occidental.
¿Cuánto cuesta esta droga?
Cada dosis de kush cuesta unos 20 céntimos de euro, y pueden fumarlo entre dos o tres personas, que llegan a consumir hasta 40 cigarrillos al día. Estas cifras representan un gasto desorbitado en drogas que muestra la naturaleza adictiva del narcótico, y esto en un país en el que el ingreso anual per capita es de aproximadamente 600 euros. Las dosis se suelen conseguir a través de la prostitución o de actividades delictivas.
¿Es el kush la única droga que se utiliza en ¨la región?
No se utilizan varias otras y todas ellas son peligrosas. Estas drogas son baratas y sirven para evadirse de la falta de oportunidades laborales, de la dureza de la vida en la pobreza y de otras miserias
¿Hay una legislación contra el Kush?
Sí la hay pero su eficacia es mínima, y muchos de los que acuden a los escasos centros de rehabilitación se vuelven a enganchar. Se requeriría un sistema de salud de calidad con centros de rehabilitación debidamente equipados y de programas de salud pública y empleo.
Bartolomé Burgos
CIDAF-UCM