Descubierto en 2006 gracias a Jupiter’s Dance, documental dedicado a la nueva escena musical de Kinshasa de la cual sigue siendo una de las figuras emblemáticas sino heroicas, Jupiter Bonkodji está de vuelta con Troposphere 13, 3 años después del exuberante Hotel Univers, álbum que lanzo su carrera internacional. En este EP de 6 canciones, el Quijote congoleño desafía todo, tanto la morosidad, la fatalidad, pero también… la ley de la gravedad.
El lanzamiento de este EP se encuentra de hecho indirectamente conectado al programa aeroespacial iniciado por la Republica Democrática del Congo desde hace unos diez años y que « culminó » con el lanzamiento del cohete Troposhère 5 que tenía la rata Kavira a bordo.
El experimento fracasó lamentablemente en un desconcierto memorable (el cohete desvió de su trayectoria, a poco de matar los curiosos amasados por la ocasión y la rata Kavira nunca ha sido encontrada), pero terminó inspirando Jupiter con este nuevo paso decisivo que se inscribe en una trayectoria artística a la curva ascendente.
Lanzado por Okwess International, su banda desde el 1994 que sigue siendo el motor de su propulsión dando aceleraciones fulgurantes y crescendos controlados a su trayectoria, Jupiter sigue explorando la inmensa riqueza de los ritmos tradicionales congoleños mediante cuales hace pasar la estridencia electrizante del rock que heredo de su pasado europeo (hijo de diplomático, ha pasado parte de su infancia en Alemania).
Que Jupiter sea difusor de transe y autentico alquimista tradi-moderno no le quita su calidad de alma rebelde, esta conciencia elevada, que actúa sin cansarse en el terreno local mediante varios proyectos de apoyo social y de cada uno de los textos alberga la sabiduría de un autentico hombre de bien.
Así, Musonsu (el clavo), hace elogio a esta virtud que es la solidaridad que sigue indispensable en África aunque sea lastimosamente demasiado descuidada. « El clavo esta usado para que las cosas se mantengan juntas. Es importante que sigamos juntos » dice el cantante cuyo mensaje de unidad, presente en todas las canciones, toma un sentido muy particular en vísperas de las elecciones generales de esta Republica Democrática del Congo donde las libertades fundamentales están negadas a menudo por el mismo poder político. Esta reflexión ciudadana exigente y valiente, dado el contexto, atraviesa Ngandjo y Bengai Yo, verdaderas fábulas sobre la injusticia vivida en el cotidiano.
En estas tres canciones, como sobre la frenética Lourds, se suman los teclados rebeldes de Damon Albarn, amigo de Jupiter desde el álbum colectivo Kinshasa One Two, piloteado bajo la bandera de Africa Express para el beneficio de la ONG Oxfam en 2011.
El violín de Warren Ellis, fiel acompañante de Nick Cave en los Bad Seeds y en Grinderman y el otro extra congoleño del disco, da una matiz de melancolía al hermoso tema Pondjo Pondjo e irisa el feminista Nzele Momi con delicadeza.
Producido por Marc-Antoine Moreau (gran nombre de la música africana), grabado en Paris Por François Gouverneur y Clément Tamal, Troposphère 13 (alusión medio fanfarrona, medio irónica a la misión Apolo 13) rompe la barrera del sonido que separaba hasta ahora las guitarras katangasas y la energía rock para llevar otra vez en órbita el increíble Jupiter, ovni de la música africana contemporánea en quién cohabitan el instinto combativo de Fela Kuti y la fibra moralista de Jean de La Fontaine.
Afropicks
[Fundación Sur]
