En los últimos tiempos, los bosques de Jilobi, corazón de la biodiversidad en la región oriental de Lubombo, en Esuatini, se enfrentan contra una amenaza constante debido a la caza furtiva y la explotación ilegal de recursos en la región. Esta situación se veía agravada por las disputas que se mantenían desde tiempo inmemoriales entre los tres jefes que gobernaban la zona; Maphungwane, Tikhuba y Lukhetseni. Las rivalidades entre estos grupos no solo tensionaban las relaciones entre las comunidades que habitan en los bosques de Jilobi, sino que también facilitaban actividades ilegales como la tala de árboles y el robo de ganado en la zona.
Ante la crítica situación, en un giro notable, los líderes de estas comunidades han decidido unir fuerzas dejando de lado sus diferencias en pos del objetivo común de proteger sus tierras y el bosque compartido de la explotación de la flora y fauna que lo amenaza. Reconociendo la importancia cultural y ambiental del bosque de Jilobi, han optado por colaborar en lugar de enfrentarse. Este cambio de rumbo ha sido crucial para abordar las amenazas que enfrenta el bosque. De hecho, la caza furtiva y la explotación ilegal de recursos se han reducido considerablemente gracias a los esfuerzos colectivos de conservación y la implementación de prácticas sostenibles de manejo forestal.
Proyectos como el desarrollo del ecoturismo y la promoción de la permacultura han ayudado no solo a proteger el bosque, sino también a mejorar los medios de vida de las comunidades locales. Además, la educación y la sensibilización sobre la importancia de la biodiversidad han jugado un papel fundamental en el cambio de actitud hacia la conservación. A pesar de algunos desacuerdos sobre el enfoque de conservación, la mayoría de los residentes y líderes comunitarios reconocen los beneficios de trabajar juntos para preservar el bosque de Jilobi. Este cambio representa un punto de inflexión en la gestión de los recursos naturales en la región y demuestra el poder de la colaboración en la protección del medio ambiente y la herencia cultural.
Fuente: Al Jazeera
[Traducción y edición, Bruno Rodríguez]
[CIDAF-UCM]