James Wakibia: «La corrupción descontrolada aumenta la pobreza en Kenia»

13/01/2017 | Opinión

La corrupción sigue siendo una de las mayores amenazas para el desarrollo en Kenia. Cada año, Transparencia Internacional, la Coalición Global Anticorrupción, señala a Kenia como una de las naciones más corruptas del mundo. No es algo para estar orgulloso, no. Es algo totalmente condenable.

kenia-pos.pngDe acuerdo con Transparencia Internacional, el índice de corrupción negativa se puede atribuir a la incompetencia y a la ineficacia de los organismos anticorrupción, que no han podido castigar a los presuntos delincuentes. El Poder Judicial, el Director del Ministerio Público y la Comisión Ética y Anti-Corrupción de Kenia (EACC) fueron señaladas como instituciones que han contribuido a la corrupción a altos niveles, por lo que han fracasado en la guerra contra el vicio.

Los Gobiernos de los condados están en una buena posición para salvar la brecha entre los que tienen y los que no. A través de la adecuada distribución de los recursos y la buena gobernanza, es posible luchar contra las tasas cada vez más altas de pobreza y reducir estas cifras. Pero con la consolidación de la corrupción es difícil lograr victorias. De hecho, cada vez más gente pobre está languideciendo de dolor y revolcándose en una pobreza inconmensurable. Los corruptos están agotando las arcas públicas para su beneficio propio con la máxima impunidad. Detener este saqueo descarado es la máxima prioridad.

Es triste que los jóvenes en Kenia vean la corrupción como la mejor forma de enriquecerse.

Los informes sobre desmesurados gastos de dinero en la compra de bienes y servicios abundan. En Kenia todo el mundo recuerda el dinero gastado por el gobernador del Condado de Bungoma en comprar 10 caretillas a 109.000 chelines cada una (casi 1.000€ cada carretilla), o los 2 millones gastados en abrir la cuenta de Facebook del Condado de Kirinyaga (alrededor de 20.000€). Asignaciones y gastos enormes que levantan muchas sospechas. Presuntamente, algunos políticos han contratado pandillas para intimidar a sus críticos. Sin lugar a dudas, las cosas van mal.

Los Miembros de las Asambleas del Condado (MCAs) tienen un poder sin rival, son semidioses, cómplices, en lugar de ser los guardianes que debería verse paseando por los pasillos de las oficinas de los gobernadores, buscando sobornos, para mover ciertas mociones en las asambleas.

Para reducir eficazmente la pobreza en Kenia, la corrupción desbocada debe ser eliminada. El vicio tiene implicaciones negativas en la visión que del país se tiene para el 2030, pudiendo ser sólo una quimera. La corrupción debe ser combatida.

Es bueno que el Presidente del país saliese a condenar y mostrar al público su posición a la corrupción. Usar palabras duras está bien, pero sólo palabras sin ninguna acción no combatirán la corrupción. Es hora de dar un giro. Esos discursos bien escritos que mueven a las masas deben ayudar a encarcelar a los delincuentes. La corrupción es ahora un problema de seguridad nacional y debe ser eliminada. Las leyes promulgadas deben ser implementadas.

James Wakibia (@jwakibia)

James Wakibia es Activista de Derechos Humanos afincado en Nakuru (Kenia)

Kenya Monitor

[Traducción, Gerardo Díez]

[Fundación Sur]

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