En Israel están comenzando los trabajos de realización de una barrera a lo largo de toda la frontera con Egipto, para combatir el flujo de inmigrantes ilegales hacia el país.
La barrera, que está formada por una valla eléctrica y tecnología de vigilancia, se extenderá a lo largo de 250 kilómetros.
Se espera que el trabajo del proyecto, que costará unos 372 millones de dólares, dure aproximadamente un año.
Cientos de migrantes, incluidos muchos solicitantes de asilo político, entran en Israel desde Egipto, cada semana, según las cifras dadas por el gobierno de Israel.
Los guardas de la frontera egipcia con Israel han disparado y matado a docenas de migrantes, principalmente del África subsahariana, en los últimos años.
Los funcionarios de Egipto insisten en que sólo disparan en la frontera, después de que los que están cruzando ignoran las repetidas órdenes de detenerse, y señalan que los traficantes de seres humanos van armados.
Sin embargo, Naciones Unidas y grupos de derechos humanos han pedido a Egipto que deje de utilizar esta fuerza excesiva.
El gobierno israelí dice que la barrera también controlará la amenaza de los militantes islámicos, que cruzan a Egipto desde la franja de Gaza, y después intentar infiltrarse en territorio israelí.
El ministerio de Defensa de Israel ha declarado que “se desplegarán docenas de vehículos pesados de ingeniería en puntos a lo largo de la frontera de Israel con Egipto”.
El gobierno israelí aprobó la construcción de la barrera en marzo, después de meses de planes y trabajos preparatorios.
El primer ministro, Benajmin Netanyahu ha descrito el influjo de migrantes ilegales por la frontera como una gran amenaza a “los judíos y al carácter democrático del estado de Israel”.
(Angola Press, 23-11-10)