Introducción
La esencia de un ser humano abarca el cuerpo, el intelecto y el espíritu requiriendo un enfoque holístico para el desarrollo. Este documento invita a la Iglesia a asumir un papel integral en la vida pública de Tanzania, abordando las dimensiones espirituales, intelectuales y físicas de la existencia humana. La Iglesia no debe asumir que otras instituciones cubrirán los aspectos que ella descuida. En lugar de ello, debería explorar métodos innovadores para fomentar el crecimiento espiritual, intelectual y físico, influyendo así en el panorama socioeconómico hacia la justicia y la igualdad, en particular para personas de bajos ingresos y sin voz.
La Iglesia posee los marcos necesarios para asumir este papel de manera efectiva, incluidas las enseñanzas del Evangelio, la doctrina social resumida en el “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”, los principios del Vaticano II y el llamado a una “iglesia sinodal” del XVI Sínodo de Obispos. Combinado con su amplia experiencia y ejemplos históricos, la Iglesia está bien posicionada para impactar el desarrollo económico y social de Tanzania.
Este documento esboza tres puntos principales: las tareas específicas en las que la Iglesia debe centrarse, las fortalezas que la hacen adecuada para este papel y las estrategias para lograr estas tareas sin causar tensiones políticas. Comienza con un análisis situacional para proporcionar el contexto.
Análisis situacional
Al prepararse para el Documento de Gobierno Visión 2050, CPT (Profesionales Católicos de Tanzania) destacó la importancia del desarrollo ascendente versus la planificación de arriba hacia abajo, un tema potencialmente polémico. Durante la última década, CPT ha enfatizado varios temas críticos, como la necesidad de un Movimiento de Renacimiento Moral para establecer una sólida base para el comportamiento social, abordando la creciente desigualdad, abogando por un desarrollo centrado en las personas como lo defendió Mwalimu Nyerere y promoviendo una economía que ofrezca igualdad de oportunidades para todos.
El CPT también ha identificado la agricultura de pequeña escala como un sector clave para transformar la vida de los campesinos. A pesar de estas ideas, ha habido poca acción revolucionaria o cambio de dirección. Esto exige repensar la misión de la Iglesia y el mejor enfoque para lograr cambios en Tanzania.
Los esfuerzos de ECAP y la respuesta de la Iglesia
Las reflexiones y propuestas de la ECAP han tenido un impacto mínimo, en parte porque la Iglesia, incluidos sus líderes y consejos laicos, tiende a centrarse internamente en las necesidades institucionales en lugar de abordar la difícil situación de los pobres. Los laicos católicos, activos dentro de círculos de Iglesia, a menudo evitan involucrarse con la realidad de la pobreza social.
La Doctrina Social de la Iglesia surgió de pasados esfuerzos de dedicados grupos durante la industrialización y los movimientos comunistas, empujando a líderes de la Iglesia a hablar en contra de la explotación. Tanzania enfrenta hoy una situación similar, y la Iglesia debe aceptar el llamado del Evangelio a santificar la vida de la gente en el mundo e influir en la sociedad para que se alinee con la voluntad de Dios.
Sin embargo, la comunidad eclesial no se ha comprometido plenamente a mejorar las vidas de todos los tanzanos, en particular los pobres y vulnerables. Algunos argumentan que participar en la vida pública es una función política y no de la Iglesia, pero esta perspectiva malinterpreta el llamado del Evangelio a construir una sociedad justa según el plan de Dios. Descuidar este deber es considerado un pecado de omisión.
Preguntas y realidad de la sociedad
Las preguntas sobre la disposición y voluntad de Tanzania para el cambio reflejan realidades socioeconómicas más profundas. La sociedad de Tanzania es diversa, con varios grupos religiosos, culturales, económicos, sociales y políticos, cada uno con sus intereses e interacciones. La identidad de la nación, formada a través de su historia, idioma y cultura, unifica a estos grupos a pesar de sus diferencias.
Después de la independencia, los líderes políticos enfatizaron la unidad y la identidad nacional, viendo las diferencias como amenazas. Esto condujo a la uniformidad, la falta de iniciativa y la toma centralizada de decisiones, fomentando la pasividad entre la población. El actual impulso por el desarrollo de abajo a arriba enfrenta desafíos debido a esta arraigada pasividad.
Propuesta para la Iglesia en la actualidad
La Iglesia debería desempeñar un papel más activo en la vida pública, abordando los problemas de la sociedad que impiden el progreso. Esto implica educar y formar la mentalidad de las personas para resistir la pasividad y las situaciones abusivas, promoviendo el deseo de cambio y proporcionando métodos concretos para gestionarlo. Hay señales de potencial para cambio, como movimientos a favor de una nueva constitución y una creciente insatisfacción entre los jóvenes. La Iglesia debe aprovechar estas energías para fomentar el desarrollo social y económico alineado con los principios del Evangelio.
Victor Missiaen, M.Afr
Fuente: AEFJN
CIDAF-UCM
