Humanizar la migración en Europa durante 2023

19/12/2022 | Editorial

cidaf-ucm_fondo_blanco-6.jpgCada día nos preocupamos por las personas que no disponen de techo, de trabajo o de tierra.

En estos días de Navidad recordamos especialmente a tantas personas mayores, jóvenes y menores que luchan y arriesgan sus vidas para encontrar para sus familias una casa, un empleo y un poco de tierra, necesarios para una vida humana digna.

El escándalo, al que nos podemos acostumbrar, consiste en que los bienes, aún siendo abundantes y suficientes para todos, nunca satisfacen la ambición sin medida y el acaparamiento injusto de unos pocos poderosos, que acumulan el saqueo de lo que es vital para media humanidad.

Las causas que empujan a millones de migrantes en búsqueda de una vida digna para sus familias son múltiples y complejas: guerras, saqueo de sus tierras ancestrales, inseguridad, falta de oportunidades, abusos, etc.

Más de 25.000 migrantes que intentaban llegar a Europa han muerto o desaparecido en el Mediterráneo desde 2014. Cientos de miles más han sido devueltos a Libia para enfrentarse a detenciones y abusos, como estas personas en el puerto libio de Garaboli en mayo de 2022. (Revisión de Migración Mixta de 2022)

Los debates europeos sobre la migración son intratables y carentes de consensos políticos internacionales, destinados solamente a mantener a las personas fuera de Europa. Es imperioso elaborar un plan acordado por los países emisores y receptores de migrantes.

La migración en sí no es el problema. Es una característica inherente de la sociedad y la historia humanas que casi siempre genera resultados positivos para quienes migran, así como para sus países de origen y de destino.

La pregunta central es esta: ¿cómo se puede lograr el objetivo de reducir la migración irregular de manera realista y humana, y buscar una migración laboral regular?

Los países europeos han movilizado cientos de millones de euros en fondos de desarrollo para abordar las “causas profundas de la migración irregular”, como el desempleo. Pero, por otro lado, los subsidios y las políticas agrícolas y comerciales europeas han puesto en desventaja a los productores y las empresas del continente africano, lo que dificulta que las personas ganen una vida sostenible. Los acuerdos de pesca entre la UE y Senegal que han contribuido a un repunte de la migración a las Islas Canarias españolas desde 2020 son un buen ejemplo. Los alimentos importados en Uganda son más baratos que los excelentes productos locales.

Mientras tanto, los países europeos gastan millones de euros para tratar de fortalecer sus fronteras, mientras que las personas que llegan al continente de manera irregular a menudo terminan trabajando de manera informal en los mismos sectores agrícolas que se benefician de los subsidios que jugaron un papel en empujarlos a migrar en primer lugar. Los países europeos gastan grandes sumas de dinero en la fortificación de fronteras.

Una migración laboral regular podría lograrse mediante la introducción de esquemas de visas y acuerdos entre países. Abrir oportunidades para la migración estacional en sectores distintos de la agricultura y la hostelería, ya comunes, es otra posibilidad.

Una vez que las vías regulares de migración laboral se hayan ampliado masivamente, será más probable que los países de origen cooperen en el retorno de los solicitantes de asilo. Los ahorros que se espera provengan de la armonización de las políticas migratorias y económicas deberían invertirse en un procesamiento de asilo rápido, justo y de alta calidad que incluya el derecho a apelar y el acceso a apoyo legal gratuito. Los retornos forzosos son costosos, al igual que los programas de asistencia económica para las personas que regresan voluntariamente.

Las ciudades deben tener un papel más importante en lo que respecta a la política de refugiados y migración. Existe una fuerte división entre el enfoque polémico y centrado en la seguridad de la migración a nivel nacional en Europa y un enfoque mucho más pragmático y abierto que defienden los gobiernos locales y las ciudades que a menudo quieren dar la bienvenida a más refugiados, solicitantes de asilo y migrantes, para ambos razones morales y económicas. Como resultado, las voces de los alcaldes y otros líderes locales deben elevarse y tener más poder en las conversaciones sobre política migratoria.

Finalmente, al considerar las soluciones a los desafíos que plantea la migración mixta e irregular, es importante recordar que la migración en sí misma puede ser parte de la solución a algunos de los desafíos globales más apremiantes, desde la desigualdad, la pobreza y el desempleo hasta la escasez de mano de obra, la convivencia intercultural e incluso el cambio climático.

Lo prioritario es que todos nos impliquemos en garantizar una migración más humana, justa, necesaria, acogedora y beneficiosa para todos.

Desde CIDAF-UCM os deseamos unas ¡felices fiestas de NAVIDAD 2022 y AÑO NUEVO 2023!

Autor

  • Bustince Sola, Lázaro

    Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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