Hoy, cientos de inmigrantes africanos, en su mayoría eritreos y sudaneses, comenzaron una huelga de hambre para denunciar que están presos “en condiciones infrahumanas” en un campo de refugiados en el sur de Israel.
La protesta se está llevando a cabo en el campo de Saharonim, donde ayer más de 700 inmigrantes fueron sacados a la fuerza por la policía israelí, tras haber llegado a la frontera con Egipto a través de un tramo del desierto de Negev.
Los africanos acusan a las autoridades israelíes de no examinar sus solicitudes de asilo y piden una intervención del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). La manifestación que llegó hasta la frontera con Egipto había salido del campo de Holot.
Fuente MISNA Fundación Sur