¿Cuál es la referencia o criterio fundamental para definir lo que es auténticamente humano, justo y progresista? Para algunos, parece ser: la ideología, la conveniencia política, la ley, la opinión pública, la religión, autoridad, etc. Los líderes políticos presentan la ley, la Constitución, la mayoría absoluta de sus partidos, la economía, como los criterios para definir lo que es “legal y progresista”.
El problema real surge cuando buscamos justificar la imposición, la opresión, la guerra, la venta de armas y la injusticia para con los inmigrantes, personas marginadas, las vidas no nacidas, etc., diciendo simplemente que es “legal, constitucional y progresista”, porque ante todo es conveniente para su ideología e intereses partidistas.
Semejante criterio de “legal, constitucional y progresista”, está viciado en su raíz, porque es ante todo, político y partidista. Esta es la manipulación partidista de los poderes: legislativo, legal y ejecutivo, que avala toda Constitución para garantizar la justicia social y el bien común.
El criterio fundamental de referencia para aclarar lo que es legal, constitucional y progresista, no es la política, sino: La ÉTICA.
Las guerras, tráfico de armas, la corrupción, el abuso de poder, los fanatismos ideológicos y religiosos, etc., son considerados por muchos líderes, como “legales”, incluso “progresistas”, pero no dejan de ser: injustos, inhumanos, crueles y sin ética.
Por tanto, cualquier decisión u opinión de uno de los tres poderes constitucionales que no sea ética y Justa, como, la guerra, el término de las vidas no nacidas, la venta de armas, etc., aunque sea legal y de la mayoría, no puede exigir observancia o seguimiento.
Los obispos, afirman que, en el caso del aborto, el Constitucional: «Avala una ley injusta, ideológica y contra la ciencia, que le quita la dignidad y el respeto a la vida a ciertos seres humanos por su edad».
«Nuestro Tribunal Constitucional, que debería ser garante de nuestros derechos, entre ellos el fundamental de la vida, ha definido que solo protege los derechos de los nacidos», afirma el portavoz de la CEE.
En las situaciones de riesgo grave para la salud, en las que los médicos deberán tomar decisiones médicas extraordinarias, siempre lo harán con el debido consentimiento.
A su vez, el obispo de Canarias, médico de formación, pregunta al tribunal si también avala la Constitución la desigualdad que introduce la ley con los síndromes de Down, que les permite eliminar hasta los cinco meses y medio. Eso es una auténtica barbaridad. «Otra cosa importante: es ver que un TC y unos políticos se dediquen a imponer un darwinismo social al servicio de un capitalismo salvaje y no buscando el bien común«, culmina Mazuelos. (CEE)
Antes de Mazuelos, el primero en pronunciarse ha sido el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, quien a través de Twitter ha afirmado que «es triste comprobar que la vida, que es lo más sagrado, se pone en cuestión en su origen… Defenderla y promoverla es misión y tarea… En España hay seres humanos a los que no reconocen derechos humanos«.
Basados en la dignidad y en los valores humanos, defendemos la Vida en todas sus etapas, la maternidad en libertad, los inmigrantes, los refugiados, los MENAs, y de todas las personas que son descartadas de la sociedad, hasta por algunos gobiernos, líderes fundamentalistas y tribunales de justicia, carentes de principios éticos.
Corresponde a la sociedad entera el denunciar los atropellos de la dignidad humana y del bien común en todas sus formas, y trabajar juntos, basados en la ética y los valores humanos, para promover, en todas nuestras decisiones y compromisos, una convivencia solidaria, un desarrollo integral, sostenible y ecológico, para toda la ciudadanía.
Lázaro Bustince
[CIDAF-UCM]