Escribo estas líneas tras hacerse pública una noticia de alcance que se ha conocido hoy mismo. Según la misma, un petrolero de bandera liberiana y de nombre Kerala habría sido secuestrado frente a Luanda, capital de Angola.
Las primeras sospechas han recaído en los piratas nigerianos, que, actuando desde un remolcador, podrían haberse hecho con el petrolero con el fin de vender su carga o solicitar un rescate. La derrota del petrolero parece tener como destino el área del Delta del Níger, lugar habitual en el que los piratas nigerianos suelen transferir la carga a sus propios buques para, posteriormente, venderla en el mercado negro.
Hasta el año 2011 los piratas nigerianos atacaban barcos en el dominio marítimo de Nigeria, así como en sus aguas interiores (en particular, en el Delta del Níger). Desde entonces han ido aumentando su radio de acción. En 2013 desplegaron sus ataques en lugares habituales como el puerto de Lagos (en Nigeria) o la zona próxima al Delta del Níger (Port Harcourt, Calabar). Pero por el oeste se atrevieron a llegar a áreas tan alejadas como Costa de Marfil (frente a Abiyán), y por el sur hasta Gabón (en Port Gentil).
De confirmarse la noticia con la que iniciaba esta entrada, estaríamos ante el ataque más meridional llevado a cabo por los piratas nigerianos. Y, además, en aguas territoriales angoleñas. Se trataría de un espectacular salto cualitativo con el que los piratas dejan su huella recién comenzado este año 2014.
La posibilidad de establecer una misión internacional con el fin de patrullar un escenario tan amplio resulta poco creíble, en particular por su coste económico. Por lo tanto, la cooperación regional aparece como el elemento más importante para hacer frente a esta amenaza: compartir información e inteligencia y desplegar patrullas conjuntas son dos de las patas sobre las que debe ponerse en marcha cuanto antes una auténtica estrategia regional de lucha contra la piratería nigeriana. Las otras dos deberían centrarse en la lucha contra la corrupción de algunas autoridades nigerianas implicadas en este delito, así como en la mejora de la gobernanza dentro de la propia Nigeria.
Hasta ahora se venía considerando área de alto riesgo las aguas de Nigeria, Benín y Togo.
De no actuarse con celeridad, dicha área seguirá ampliándose a lo largo de este 2014. Las primas de seguro podrían incrementarse exponencialmente para cualquier mercante que navegue por África Occidental.
Un breve análisis SWOT (basado en las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas) relacionado con la piratería en el Golfo de Guinea podría resumirse en el siguiente esquema: Ver Imagen adjunta
Original en : Una de Piratas