Guinea Bissau puede verse excluida del acuerdo de Cotonou, protocolo que rige la ayuda de la Unión Europea a los países de la ACP, África, Caribe y Pacífico. Esta eventualidad fue presentada el día 6 de julio en Bruselas, por la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, a propósito del nombramiento de Antonio Indjai como Jefe de las Fuerzas Armadas de Guinea Bissau.
Para Caterine Ashton “la actual situación en Guinea Bissau podría constituir una violación de los compromisos” de ese país en cuanto al “respeto de los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho”, en el marco del acuerdo de Cotonou. Por consiguiente, la diplomática ha pedido una revisión de la implicación global de la UE en Guinea Bissau”, país cada vez más aislado debido a las acciones de los militares en la vida política del país, y también porque algunos de los altos cargos están implicados en el narcotráfico.
La UE tenía programada una ayuda de 102.8 millones de euros para Guinea Bissau, en el periodo de 2008 a 2013, destinados al funcionamiento del estado.
El aislamiento de Guinea en estos momentos es evidente, la CEDEAO o ECOWAS (Comunidad Económica de los Estados del África Occidental), que se reunió el pasado viernes día 2 de julio, en la isla de la Sal, en Cabo Verde, también decidió no convocar al presidente Malam Bacai Shana. El presidente desesperado, admitió el pasado fin de semana que “una cosa es quere y otra es poder”. Según él, la confirmación de Indja en el cargo de jefe de las fuerzas armadas no podría conducir a una crisis más grave de la que ya vive Guinea en estos momentos, con riesgo de un nuevo “desmantelamiento” del estado guineano.
(A Semana, Cabo Verde, 07-07-10)