De acuerdo con la información proporcionada por la página web de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), organización que recibió en 2017 el Premio Nobel de la Paz, Guinea-Bisáu habría ratificado el Tratado de las Naciones Unidas para para la Prohibición de las Armas Nucleares (que entró en vigor el 22 de enero de 2021, al ser Honduras el quincuagésimo país en ratificarlo), que ya había firmado en septiembre de 2018, como hicieron otros 29 Estados africanos (aunque sin ratificarlo).

Esta decisión ha sido recibida con gran júbilo por las Naciones Unidas y por numerosas ONGs, que han recalcado que este ha sido el resultado de una campaña iniciada en 2019 por varios Estados africanos, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO/ECOWAS) con el fin de que los Estados miembros de esta organización regional, así como otros países africanos, se adhirieran al Tratado de las Naciones Unidas para la Prohibición de las Armas Nucleares, si bien el entusiasmo de Guinea-Bisáu es algo anterior, pues en 2016 fue uno de los patrocinadores de la resolución de las Naciones Unidas que creó este tratado, además de uno de los 122 Estados que votó a su favor en 2017.

Por otra parte, este tratado tuvo también éxito en el continente africano más allá de Guinea-Bisáu, puesto que, en la Comunidad Económica de Estados de África Occidental cinco miembros lo firmaron (Costa de Marfil, Ghana, Níger, Togo y Cabo Verde), y otros tres países lo ratificaron antes que Guinea-Bisáu (a saber: Benín, Gambia y Nigeria), así como otros nueve países fuera de dicha Comunidad.

Fuente: ICAN.

[Traducción y edición, Félix Núñez Ruiz]

[CIDAF - UCM]

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