En el momento en que los ministros de Pesca del mundo entero se reunían en Bruselas, Bélgica, para discutir el futuro de los acuerdos de pesca entre la UE y los países extranjeros, Greenpeace-África, ha lanzado una apelación para una asociación más equitativa y más duradera en materia de pesca que proteja los medios de subsistencia de las comunidades de pescadores que viven en el África Occidental.
Alrededor de una cuarta parte de la pesca de la flota europea proviene de aguas de fuera de la Unión Europea, principalmente de las aguas del África Occidental y esta cifra tiende a aumentar, a la vez que las reservas de pesca en los caladeros de Europa se reducen, por la sobre-explotación, según afirma Greenpeace África en un comunicado.
Desde el pasado mes de abril, los pescadores africanos de Senegal, de Mauritania y de Cabo Verde están de gira por Europa para denunciar los efectos de las actividades de pesca de la UE sobre sus medios de subsistencia, en el marco del proyecto de de “Voix africaines” (Voces africanas), iniciado por Greenpeace.
Durante el último mes los pescadores seleccionados han tenido la oportunidad de expresar sus frustraciones y de proponer soluciones en Bélgica, Alemania, Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Austria y España.
Hace tres semanas, la delegación de pescadores africanos se reunió con la comisaria de Pesca de la UE, Maria Damanaki, para explicarle las dificultades a las que se enfrentan sus familias y ellos mismos”, señala el comunicado.
“Durante este encuentro, los pescadores denunciaron los abusos ligados a la sobre-explotación de las reservas de pesca, con la esperanza de que su voz influya en la reforma actual de la política de Pesca común de la UE”, añade el comunicado.
“La UE debe ser un actor responsable, promover las buenas prácticas de pesca, un gobierno eficaz con el fin de mantener y reforzar la sostenibilidad de los medios de subsistencia que viene del mar para todos”, declara la encargada de la encargada de la campaña de Greenpeace África, Oumy Sène.
La pesca efectuada en aguas extranjeras por la UE se hace por lo general a lo largo de las costas de países en desarrollo.
La flota de la UE causa daños importantes en el medioambiente y amenaza los medios de subsistencia de las comunidades locales de pescadores.
Los contribuyentes europeos sufragan cada año con unos 158 millones de euros el permiso a sus arrastreros para acceder a zonas de pesca extranjeras.
“La reforma de la ley que regulariza la pesca en el seno de la UE tendrá un impacto sobre la salud de nuestros océanos, desde el Báltico hasta el Mediterráneo, pasando por los Océanos Índico y Atlántico”, declara el director de la política de pesca de Greenpeace, Saskia Richrtz.
“Esta reforma tendrá también consecuencias sobre el futuro de las comunicadas de pescadores de todo el mundo. Los ministros de Pesca deben reconocer que la sobre-explotación de los fondos de pesca no puede continuar y que la durabilidad debe ser el centro de los acuerdos de pesca, antes de que sea demasiado tarde”, añade.
“El sistema de pesca actual es verdaderamente irracional. Me gustaría pedir a los europeos que nos ayuden a que cese el envío de arrastreros de fondo y de barcos que destruyen nuestro ecosistema. Yo pesco desde hace 21 años y me temo que ahora debo parar”, declara un pescador instalado en la costa mauritana, Harouna Ismael Lebaye.
Según las estadísticas ofrecidas por la UE, oficiales, su flota pesca alrededor de 1.2 millones de toneladas de pescado al año en el extranjero, de las cuales, unas 400.000 toneladas vienen de la costa occidental de África.
(Info Plus Gabon, 15-05-11)