Más de 3.000 personas han huido de la brutalidad policial en Gabón, hacia Camerún, según has hecho público las autoridades de Djoum, una modesta ciudad del sur de Camerún, que aseguran que han empezado a recibir a cameruneses, senegaleses, malienses, burkineses y nigerinos, desde la semana pasada.
“Creemos que son muchos más, porque hasta que establecimos un comité de acogida, las personas pasaban asustadas, sin haberlas registrado. Hasta el momento hemos registrado unos 2.000 cameruneses y unos 1.000 de otras nacionalidades del África occidental”, declaró el subprefecto de Djoum, Jean Lazare Ndongo Ndongo, el 10 de junio.
La gente expulsada de Gabón, entre los que hay hombres, mujeres y niños, son principalmente mineros artesanos de oro, que han estado ganándose la vida durante varios años en la zona de Minkebe, rica en oro, al norte de Gabón. Recientemente, las autoridades gabonesas anunciaron que planean modernizar el sector de la minería de oro en la zona, con la llegada de nuevos inversores.
La decisión implicaba que muchos de los mineros artesanos, alrededor de 8.000 según los expulsados, perderán sus trabajos y medios de vida. Los mineros anunciaron planes de resistir a la medida gubernamental, por lo que las autoridades de Gabón desplegaron soldados en la zona para obligarles a salir.
“Nos pillaron por sorpresa. Al principio, las autoridades dijeron el 31 de mayo que nos darían 72 horas para salir de Minkebe. Pero antes de que nos diéramos cuenta, los soldados entraron por todas partes, violando a las mujeres y torturando a los hombres. La única salida era escapar a través de la selva, ya que los soldados bloquearon tosas las carreteras que conducen a Mikebe. Hemos andado por la selva 200 kilómetros hasta llegar a Djoum”, declaró Wangso Michel, un superviviente. Michel asegura que ha visto a un maliense ahogarse en el río Ayina, que hace frontera entre Camerún y Gabón.
Otros testigos confirman al menos otras tres personas, incluido un bebé, muertas en la selva, durante el duro viaje a pie. “Un amigo mío, murió desangrado después de que un soldado utilizara un cuchillo para dibujar un mapa de Camerún en su espalda”, cuenta Wangso.
Las autoridades de Camerún todavía no han reaccionado oficialmente a estas expulsiones. El año pasado las relaciones entre ambos países se tensaron cuando las autoridades de inmigración de Gabón rodearon y expulsaron a cientos de cameruneses sin permisos de residencia.
(Africa News, 14-06-11)