El servicio de seguridad de jóvenes de la archidiócesis de esta c`pital frustró un ensayo de atentado para asesinar al arzobispo de Buyumbura, Evariste Ngoyagoye, reveló hoy la agencia de noticias Fides.
La agresión contra el prelado se realizaría durante la procesión del pasado 31 de mayo para clausurar el llamado mes mariano, según comunicó a una emisora de radio uno de los presuntos miembros del comando ejecutor.
Fuentes de la Iglesia confirmaron a Fides tal confesión, pero prefirieron no ser citadas por razones de seguridad.
Con dos recientes declaraciones, la Conferencia Episcopal adoptó una firme posición en la crisis que afloró el pasado 26 de abril tras el presidente Pierre Nkurunziza anunciar su intención de presentarse a las elecciones para un tercer mandato.
Tal aspiración viola la constitución y los Acuerdos de Paz de Arusha, aseguran opositores políticos.
Las elecciones legislativas y municipales están marcadas para el próximo 5 de junio y las presidenciales el día 26 del mismo mes.
En su última declaración, la Iglesia Católica anunció que, después de analizar la forma en que se organizaron las votaciones y cómo va el proceso, pide a los sacerdotes incorporados a comisiones electorales que presenten su renuncia.
Leída en la estación católica Radio María por el obispo Gervais Bashimiyubusa, la Iglesia refiere en la nota que «no puede respaldar una elección repleta de lagunas».
Insta a sus fieles a ejercer su derecho al voto sin que «nadie vote por amenazas o intimidación de cualquier tipo, o porque fue comprado de una u otra forma. Ante los ojos de Dios, sería como un esclavo del mal», advirtió.
Fides considera que el intento de atentado podría tener que ver precisamente con la postura de la Iglesia.
Tras escuchar el pedido de líderes africanos reunidos el pasado domingo en Tanzania, el Gobierno anunció que estaría dispuesto a aplazar los comicios.
«El gobierno de Burundi acogió positivamente la propuesta de los jefes de Estado» sobre la moratoria de la justas, indicó el vocero presidencial, Philippe Nzobonariba.
Al respecto, uno de los líderes del movimiento opositor, Pacifique Nininahazwe, afirmó que estaban desilusionados porque la reunión de Tanzania no dijo nada acerca de la pretensión de Nkurunziza. «No hemos salido a la calle para obtener a cambio un retraso en las votaciones por un mes y medio», precisó.
Desde que estalló la crisis se registran unas 30 muertes, cerca de 430 heridos y más de 100 mil personas huyeron de Burundi hacia países vecinos ante la violencia y el temor de la reedición de anteriores conflictos.
Prensa Latina (Fundación Sur)
