El jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero no se reunirá finalmente con el presidente ruandés, Paul Kagame, cuya llegada a España para la reunión de los objetivos del milenio ha sido muy criticada, según un comunicado oficial del gobierno emitido el jueves por la tarde.
Esta reunión del grupo de contacto por los objetivos del milenio para el desarrollo, OMD, copresidida por el señor Kagame y el señor Zapatero, debería haber tenido lugar en la Moncloa, sede del gobierno español. Pero se ha desplazado a un hotel de Madrid, según ha precisado a la AFP el portavoz del gobierno español.
España estará representada en esta reunión por su ministro de Asuntos Extranjeros, Miguel Ángel Moratinos, en la que también participará el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. Este último será recibido por separado por el presidente Zapatero.
Un grupo de ONG españolas, Amnistía Internacional y varios grupos parlamentarios habían criticado con dureza el día anterior la llegada a Madrid de Kagame y su recepción por parte de Zapatero, mientras que hay una investigación abierta por “genocidio” contra su régimen militar, en España.
Preguntado por este asunto, el portavoz se ha limitado a decir que la decisión de desplazar la reunión al hotel Ritz, fue tomada el día anterior y que el gobierno español considera “suficiente” la presencia de Moratinos.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, había anunciado en junio la creación de un grupo de contacto encargado de estimular los esfuerzos para alcanzar, de aquí a 2015, los OMD, que pretenden reducir la pobreza extrema en todo el mundo.
Una cumbre sobre este tema está prevista para septiembre en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
La coordinación de las ONG españolas para el desarrollo había denunciado el día antes “la elección cuestionable del señor Ban Ki Moon”, por elegir a Paul Kagame para co dirigir este grupo y la “pasividad del presidente Zapatero que ha aceptado sin objeción “actuar al lado de un presunto genocida”.
Un juez español emitió en febrero de 2008 los mandatos de arresto contra 40 militares del régimen ruandés, acusados de “genocidio” y de haber fomentado los enfrentamientos étnicos en los años 90, con el fin de hacerse con el poder y poner en marcha su “régimen del terror”. Principalmente, los acusa de haber asesinado a unos misioneros y cooperantes españoles, que habían sido testimonios de las masacres del régimen de Kagame.
El juez Fernando Andreu lanzó las acusaciones detalladas contra el presidente Kagame, pero sin ordenar su detención por su inmunidad de jefe de estado.
Kigali ha lamentado profundamente estas acusaciones que desmiente formalmente.
(Le blog de INGOBOKA, 16-07-10)
