Louise Mushikiwabo, la Ministra de Asuntos Exteriores de Ruanda ha regresado a Kigali tras una visita relámpago de 24 horas a Kinshasa. Ha visitado la capital congoleña para una jornada de trabajo con su homólogo congoleño, para tratar el tema del informe de la ONU que acusa al ejército ruandés de exacciones en el este de la RDC entre 1996 y 2000.
Según varias fuentes concordantes, la jefe de la diplomacia ruandesa ha celebrado dos sesiones de trabajo con su colega de exteriores congoleño y con el ministro de Justicia. El gobierno de la RDC no ha comunicado, ni antes ni después, nada sobre esta visita.
La ministra ruandesa ha sido enviada por su gobierno para tratar de obtener el apoyo, o si no la neutralidad, del gobierno congoleño sobre el tema que corre el peligro de perturbar las relaciones entre Kinshasa y Kigali, que han mejorado sensiblemente.
Si Ruanda se siente ultrajada por el informe de la ONU, la RDC se encuentra en situación bien embarazosa. Las acusaciones anti-ruandesas llegan en el momento en que las relaciones se normalizan e incluso se refuerzan entre los dos enemigos antiguos. Joseph Kabila estuvo presente en la investidura de Kagame últimamente.”No queremos despertar viejos demonios”, afirma una persona cercana al poder de Kinshasa, que quiere permanecer en el anonimato, pero “tampoco podemos escupir sobre las cenizas de nuestros compatriotas”. Entiéndase que no habrá una postura común ante un eventual rifirrafe en la ONU.
Sin embargo, Ruanda podrá contar con una especie de neutralidad por parte de Kinshasa. El poder desearía que pasara el tiempo y que se olvide el informe controvertido.
El informe de las Naciones Unidas acusa al ejército ruandés de posibles crímenes de genocidio cometidos entre 1996 y 1999 contra los hutu ruandeses refugiados en el este de la RDCongo.
Le Potentiel – 16 septembre 2010
(Congo Planète 16/09/2010)
Traducido por Ramón Arozarena.
