Etiopía ha negado que los rebeldes que luchan por la independencia de Ogaden, una región potencialmente lucrativa por sus reservas de gas y petróleo, se hayan hecho con el control de siete ciudades cercanas a la frontera con la vecina Somalia.
El Frente de Liberación Nacional de Ogaden, ONLF, declaró el pasado día 14 de noviembre que había tomado el control de las ciudades tras casi una semana de duros combates con el ejército de Etiopía.
“No han tomado ninguna ciudad”, ha declarado el jefe de Información del gobierno de Etiopía, Bereket Simon, “Sus ataques de la semana pasada simplemente fueron actos desesperados de una fuerza que muere, y el ejército mató a alrededor de 245 de sus combatientes”.
Bereket señaló que el ONLF fue repelido por las milicias locales aliadas al gobierno y que no había resultado muerto ningún soldado etíope.
El ONLF quiere autonomía para la región de Ogaden, cuya población es de la etnia somalí. Se cree que la zona contiene depósitos minerales y las grandes firmas internacionales, como Petronas del gobierno de Malasia y la del gobierno de Suecia, Lindin, están explorando el desierto de Ogaden, en busca de petróleo.
Los rebeldes, en 2007, atacaron un campo de exploración en busca de petróleo, propiedad de una subsidiaria de Sinopec, la refinería china más grande y el mayor productor de petroquímicos, y mató a 74 personas. Ahora, regularmente, advierten a las compañías extranjeras contra la prospección de sus tierras.
“Las compañías internacionales no tienen nada que temer si quieren venir y explorar en Etiopía”, señaló Bereket, “nuestras fuerzas debilitaron al ONLF después de que atacasen a la compañía china en 2007 y ya no suponen una amenaza. Han sido repelidos con facilidad”.
Addis Abeba considera al ONLF un grupo terrorista, apoyado por su rival regional, Eritrea. El ONLF acusa al ejército de Etiopía de asesinar y realizar violaciones en masa de los habitantes de las poblaciones de Ogaden y de quemar las casas de sus pueblos, como parte de su plan de acabar con los insurgentes.
Los gobiernos de Etiopía y Somalia aseguran que el ONLF está ayudando a los islamistas del grupo Al Shabaab, que está en guerra con el gobierno de Somalia, respaldado por la ONU.
Los rebeldes de Etiopía han negado siempre que estén aliados con Al Sahbaab, grupo que está considerado por EEUU aliado de Al Qaeda. Etiopía es un socio clave de Estados Unidos en el cuerno de África.
Las acusaciones regulares de ambas partes son imposibles de verificar, ya que los periodistas y los grupos de ayuda humanitaria no pueden moverse con libertad en la zona de Ogaden, sin escolta del gobierno.
El ONLF asegura que sus combatientes han sido “muy bien recibidos” por los residentes de las siete ciudades y que estaban curando a los civiles heridos en los combates.
Bereket asegura que los ataques no se han producido en poblaciones remotas. La causa separatista ha ganado apoyos en la región debido al bajo nivel de desarrollo que sufren sus habitantes.
(Daily Nation, Kenia, 17-11-09)