En la República Centroafricana (RCA), la guerra, y la crisis que aún dura desde hace más de dos años tiene sus graves consecuencias. La situación se va normalizando gradualmente, el país acaba de celebrar la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Pero la guerra tuvo un impacto imborrable en todas las personas que vivieron escenas horribles, algunos incluso participaron en linchamientos, las masacres de finales de 2013 hasta mediados de 2014 y las víctimas colaterales de estos trágicos sucesos: los niños. Huérfanos, separados de sus familias, obligados a vivir en campos de refugiados o reclutados en las filas de los grupos armados. Incluso hoy en día, el legado de estas lesiones continúa, y el país no es capaz de cuidar de estos niños o adultos para el caso, traumatizados. Pero no sólo por falta de recursos financieros, sino por falta de personal capacitado y especialmente por la propia negación de las personas que no reconocen este sufrimiento.
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Fundación Sur