España ha pedido una fuerza apoyada por Naciones Unidas para combatir la piratería en alta mar, después de que un pesquero español y su tripulación hayan sido secuestrados en aguas de Somalia.
El embajador español en Kenia se ha desplazado hasta Somalia para intentar lograr la liberación de los 26 tripulantes. En un comunicado oficial, el Gobierno ha dicho que debería haber “un sistema de seguridad colectivo fuerte y efectivo” en el Océano Índico, y añade que está discutiendo sobre una resolución de Naciones Unidas al respecto, con Francia y Estados Unidos.
Francia propuso la creación de una fuerza internacional a principios de este mes, cuando los 30 los pasajeros de un yate de lujo francés fueron tomados como rehenes, y liberados tras el pago de un rescate. Seis somalíes fueron capturados y acusados ante los tribunales franceses, en París.
El atunero vasco fue abordado a 400 kilómetros de la costa somalí, el pasado sábado 19. El Ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos explicó en la televisión pública española que los secuestradores todavía no habían pedido ningún rescate, y que habría que esperar a escuchar qué querían. Un buque de guerra español tenía previsto llegar a Somalia el miércoles por la noche.
Moratinos señaló que es necesaria una reacción de la comunidad internacional, para establecer un sistema de inspecciones rotativas y un mecanismo de control con las fuerzas navales de cada país, para garantizar la seguridad y la protección de todos aquellos que se ven obligados a navegar por la zona debido a su trabajo.
En el 2007, más de 25 barcos fueron secuestrados por los piratas somalíes en las aguas de su país y alrededores.
(African News Agency, 24-04-08)