Ahora que Cabo Verde comienza a salir del confinamiento, y cuando la economía comienza a recuperarse, aunque de manera tímida, es el momento de reflexionar sobre lo que se ha aprendido de esta crisis y sobre lo que la nación quiere construir. Las lecciones recibidas y el futuro del archipiélago son los temas principales de esta conversación con el economista Avelino Bonifácio.
Expresso das Ilhas: ¿Cuáles considera que son las principales lecciones que aprendimos durante esta crisis?
Avelino Bonifacio: Quizás lo más importante es que este mundo está formado por muchos países, tan diferentes en tamaño, en poder económico, en poder militar, y sin embargo, no somos tan diferentes como imaginamos antes de esta pandemia. Debido a que la pandemia no elige la dimensión ni el poder, ataca a las personas de manera uniforme, incluso ha afectado a los países del norte, que están más desarrollados que los del sur. Sin embargo, siempre debemos recordar que las crisis no son solo un problema, también son una oportunidad, por lo que este momento es ideal para reflexionar sobre lo que hemos sido y lo que podemos y debemos hacer para cambiar el estado de las cosas, ya sea a nivel mundial, o dentro de los países y en nuestras propias islas. Es nuestro caso, donde hay muchas cosas que deberíamos estar haciendo de manera diferente y no lo hacíamos y aún no lo estamos haciendo.
EI: Cabo Verde es un país con muchas vulnerabilidades. ¿Crees que esta crisis fue una especie de baño de realidad?
A B: Sí, la crisis destaca nuestras vulnerabilidades. Desde mi punto de vista, nuestra mayor vulnerabilidad tiene que ver con un exceso de dependencias. En relación al turismo como actividad económica. En relación a algunas islas que han sido el motor del desarrollo en el país. Sobre las fuentes emisoras de turistas. Mucha concentración en un pequeño número de operadores turísticos. Demasiada concentración en un pequeño número de proveedores en los principales mercados turísticos. Estas concentraciones, estas dependencias, son, para mí, nuestras mayores vulnerabilidades. Obviamente, somos conscientes de nuestras vulnerabilidades y no podemos esperar que cambiemos en un día y radicalmente. Ahora, algo debería cambiarse y no lo ha sido, y vamos a tener que hacerlo ahora.
E I: ¿Pero hay dependencias, digamos, que tendrán que continuar?
A B: No creo que podamos cambiar nuestra situación en relación con el turismo de una manera radical, no podremos tener otra actividad, u otro sector, como motor principal para el desarrollo económico de Cabo Verde que no sea el turismo. Y hablo de los próximos años y, tal vez, de las próximas décadas. Lo que no podemos hacer es continuar con este nivel de dependencia del turismo. Por otro lado, tampoco creo que podamos cambiar sustancialmente el modelo de turismo que tenemos en Cabo Verde porque, desafortunadamente, no dictamos el mercado del turismo. Ahora, no podemos continuar con estas dependencias de operadores reducidos, fuentes reducidas de emisiones y excesivamente concentrados en tres islas.
E I: ¿Qué se debe hacer de manera diferente en este caso?
A B: Tenemos que aprovechar el turismo para desarrollar otras actividades que nos permitan proporcionar el turismo, pero también para reducir su peso de acuerdo con el crecimiento de otras actividades y otros sectores. Y, al mismo tiempo, trabajando hacia la desconcentración en relación con las islas y en relación con el producto turístico que ofrecemos, para que no esté tan concentrado en el sol y el mar, porque tenemos otros productos e incluso tuvimos, y tenemos, algunos signos interesantes que comenzaban a surgir en Santo Antão y en la isla de Fogo, y de manera muy residual en Santiago, dirigidas a un turismo más rural, más ambiental, y que necesitamos desarrollar para desconcentrar a los turistas que llegan a las islas de mayor volumen. Diría que debemos desarrollar, además del tercer sector, servicios, los sectores primario y secundario, todo lo que tenga que ver con la agricultura, la ganadería y la pesca, porque estas son actividades que proporcionan el sector terciario. Al mismo tiempo, también desarrollar nichos en el sector secundario: industrias. No podemos aspirar a ser competitivos importando a precios altos, pagando mano de obra de manera elevada y esperando poder competir en grandes nichos en el mercado internacional, pero hay pequeños nichos de valor añadido que podemos y debemos explotar en la industria manufacturera. Ese es el camino que tendremos que tomar.
E I: Esta diversificación implica tener recursos humanos bien entrenados, y sabemos que este es un problema que existe en Cabo Verde. ¿Es un buen momento para repensar el sistema educativo en sí?
A B: Por supuesto. De alguna manera he sido crítico con el sistema educativo que tenemos en Cabo Verde. Tenemos un sistema educativo clásico, capacitación para tener graduados, tener ingenieros, tener médicos, tener personal de oficina, cuando el desarrollo se realiza, sobre todo, con personal con competencia a nivel de conocimiento, producción y no administración. Por ejemplo, he sido moderadamente crítico con la con la extensión del sistema de educación secundaria gratuita al 8º, 9º y posiblemente en los próximos años al 12º, mientras que no hemos podido tener capacitación técnica profesional, ya sea con las habilidades que el mercado busca, ni con los niveles de competencia que necesitamos. Continuamos educando en el sistema clásico, alimentando la expectativa de los jóvenes de que todos pueden y deben ser médicos e ingenieros e ir a trabajar a las oficinas, incluso esperando que el Estado les otorgue becas para graduarse, y terminen desempleados, porque no hay vacantes en el sector público o privado. Y es el sistema mismo el que crea esta expectativa equivocada en los jóvenes. Creo que debe reconvertirse, es decir, mediante la creación de un sistema que fomente la capacitación donde queremos que vaya la economía en los próximos años, y tiene que estar en el sector productivo.
Al mismo tiempo, también es necesario modernizar estos sectores productivos. Habló de la pesca, de la agricultura y también del sector servicios, apoyado por las TIC.
En primer lugar, debe existir una política clara y consensuada, es decir, que vaya más allá del ciclo electoral. Debe haber un amplio consenso sobre ciertos asuntos. No podemos seguir teniendo grandes opciones, que implican inversiones a largo plazo, que están en peligro de terminar en una legislatura. En términos de educación y capacitación, por ejemplo, debe haber consenso para construir ese sistema que aliente, priorice y financie, porque no tendrá grandes resultados para reestructurar los sectores productivos si los otros subsectores no están en la misma dirección. Todo el sistema debe estar orientado hacia opciones estratégicas y esa orientación a veces existe en discursos, en políticas establecidas, pero no existe en términos de efectividad práctica, ni tiene durabilidad en el tiempo.
E I: Por lo que ya hemos estado hablando y por lo que hemos visto de esta crisis, creo que también estaba claro que el país debe ser más autosuficiente, es decir, debe ser capaz de producir más.
A B: Por supuesto. A pesar de todas las limitaciones que tenemos, creo que tenemos un potencial en el sector primario que está lejos de agotarse. Creo que la agricultura es un potencial, pero una agricultura diferente de lo que hacemos hoy, una agricultura que utilice tecnologías para aumentar la productividad, vinculada a la energía, con costos soportables. ¿Se pueden solicitar subvenciones? En los primeros días puedes, pero ¿no estamos también subsidiando a otros sectores? Estamos subsidiando, y afortunadamente lo hacemos, por ejemplo, el sector del transporte. ¿Por qué no subsidiar también la agricultura por un tiempo, siempre que sea una agricultura orientada a objetivos? Reducir los costos de los factores y aumentar la productividad. Pero hay otros subsectores, no creo que la Unión Europea haya estado haciendo acuerdos de pesca con Cabo Verde durante décadas, teniendo la posibilidad de colocar entre 80 y 90 embarcaciones en nuestras aguas, si no pueden recaudar fondos de nuestra zona económica exclusiva. Si la Unión Europea, si China, si Japón, vienen aquí a pescar, nosotros también, apostando e invirtiendo, podríamos estar pescando. También he sido moderadamente crítico con el acuerdo de pesca, no porque esté en contra, sino porque creo que debemos imponer ciertas condiciones, porque no son los 500.000 euros pagados por año lo que nos hace ganar, sino si impusimos condiciones como la obligación de tener un número de profesionales caboverdianos en estos barcos, o si un porcentaje del pescado capturado se desembarcó en Cabo Verde para ser procesado, para abastecer el mercado interno y, finalmente, exportar. Estamos exportando pescado capturado en Cabo Verde que va a otros países y que luego importamos a nuestra industria hotelera, no tiene sentido.
E I: Como economista, ¿cómo ve el futuro de tantas micro, pequeñas e incluso medianas empresas que se han cerrado en los últimos meses, incluso a nivel mundial, y, por lo que hemos visto, entre el 25 % y el 30 % ya no pueden reabrir?
A B: Tenemos un sector de micro y pequeñas empresas extremadamente grande en términos de la cantidad de empresas y los empleos que generan. Me temo que el porcentaje de mortalidad para micro y pequeñas empresas derivado de la covid-19 es mayor que lo que está sucediendo en los países europeos. Debido a que nuestras micro y pequeñas empresas son informales y esto significa que, de acuerdo con las decisiones que el gobierno ha tomado en términos de apoyo a este sector, estas empresas quedan sin ayuda. La ventaja que tenemos es la flexibilidad que estas compañías tienen para renacer rápidamente. Una buena parte desaparecerá, pero aparecerán otras en su lugar y espero que aparezcan con una mayor capacidad de adaptación a la nueva forma de ahorrar.
E I: Hay otro impacto previsible de esta crisis, la disminución de las remesas. ¿Cómo se puede responder a esta pérdida de ingresos para las familias de Cabo Verde?
A B: Perdimos tres veces: internamente, por los impactos; externamente, por el impacto en nuestra diáspora; pero no debemos olvidar que también somos un país que aún depende mucho de la ayuda externa y esto disminuirá, porque todos los países se han visto afectados. Desde el punto de vista de las remesas, obviamente tendremos una reducción durante algún tiempo, que aún no podemos contar, pero no creo que esta disminución sea muy grande porque los emigrantes siempre hacen sus ahorros, porque siempre piensan en eventualidades. Creo que la poscrisis tendrá una recuperación de la economía, será una oportunidad para que nuestros emigrantes repongan esos ahorros.
Fuente: Expresso das Ilhas
[Fundación Sur]
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