Los ciudadanos que descubrieron anomalías en las urnas el 7 de noviembre pasado se reunieron en el gimnasio cubierto de Ankorondrano, barrio al oeste de Antananarivo.

Según estos grupos de votantes, numerosas circunstancias justificaron la existencia de fraude durante estas elecciones . Según informaron la mayor cantidad de fraude ocurrió cuando se contaron los votos después del cierre de las urnas.

Los números marcados en cada papeleta no se mostraron realmente a la audiencia durante el conteo y el número de votos emitidos para ciertos candidatos se pronunciaron a favor de otros candidatos. Además, estos mismos electores se quejaron de que hubo grupos de individuos a los que se les pagó durante el recuento de votos para obstruir la sala. En cada recuento de votos, todos estos individuos gritaban y se ponían de pie cada vez que la audiencia del fondo no podía ver lo que realmente estaba sucediendo. Por otro lado, se preguntan si el uso de marcadores en lugar de bolígrafos no ha tenido el efecto de promover el fraude.

Finalmente, denunciaron las anomalías relacionadas con la propia ley electoral. Esta reunión en el gimnasio Ankorondrano una vez más puso en duda la credibilidad de estas elecciones . Es decir, aparte de estas anomalías que se produjeron durante la votación, el recuento de los votos realizados a nivel de la CENI también es objeto de fuertes críticas. Por lo tanto, los resultados de esta primera ronda de la presidencia corren el riesgo de ser rechazados por los votantes y los candidatos.

Fuente: Le Gazette de la Grande Ille

[Fundación Sur]

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