Las denominadas armas pequeñas son una de las grandes causas de muerte en África. El poco control y la facilidad con que se pueden vender y comprar en distintas partes del continente han llegado a ser una verdadera plaga.
Los conflictos civiles y entre países solicitan armas pequeñas y crean reserva de armas que pueden utilizarse para cometer crímenes violentos o incrementar los conflictos existentes. Los rifles de asalto son especialmente utilizados y van muy bien para esta clase de guerras irregulares por su bajo precio: por ejemplo el modelo AK-47 que es el favorito en África puede comprarse solo por 12 $ americanos.
El hecho de que estas armas estén al alcance de todos hace crear un clima de inseguridad en donde la economía y el comercio no pueden desarrollarse bien. Además de ser la causa de muertes y heridos.
En África los gobiernos han firmado distintos acuerdos a nivel regional para el control de las pequeñas armas y junto con la sociedad civil introducir mecanismos para parar el flujo de las armas.
La posición Europea y su Código de Conducta
La posición común europea en la exportación de armas y equipo militar que se firmó en Diciembre de 2008 sigue en vigor y representa un paso adelante del firmado en Junio de 1998. Lo siguen 32 países (27 de ellos miembros de la UE además de Noruega, Iceland, Liechtenstein, Suiza y Canadá). En 1999 los EU apoyaron los principios de este Código y en 2003 Bélgica lo integro a su legislación y España lo hizo en 2007.
El Tratado de Armas (ATT) en las Naciones Unidas
Después de años de colaboración entre la sociedad civil y los gobiernos y muchos debates en las Naciones Unidas , la Asamblea General acordó finalmente en Octubre de 2009 una agenda para establecer un “robusto y fuerte” Tratado de Armas que tuviera estándares altos y comunes para controlar el paso y transferencia de las armas convencionales.
En la actualidad no existen regulaciones a nivel global de tratado de armas. La resolución de ATT reconoce que el trasiego de armas contribuye a los conflictos armados, al desplazamiento de las gentes, al terrorismo y al crimen organizado y pone en peligro la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible.
Los Acuerdos Regionales en África para prever la proliferación de las armas pequeñas
Casi todas las regiones africanas han llegado a acuerdos regionales para luchar contra la extensión de armas pequeñas en el continente.
El protocolo de Nairobi en armas pequeñas se aplica a 12 países de África Central y del Este. Se adoptó en 2004 y se puso en marcha el 5 de mayo de 2006.
La Convención de ECOSAP se adoptó en 15 países de ECOWAS (la Comunidad Económica de Estados Africanos del Oeste) el 14 de Junio de 2006. Es un documento que obliga legalmente como acuerdo y cuyo texto está reconocido como uno de los más avanzados en este campo y fue preparado con la ayuda de la sociedad civil.
El protocolo en Armas de fuego, Municiones y otros temas relacionados para la Comunidad de Desarrollo para el Sur de África ( SADC) se adoptó en Agosto de 2001.
La Convención de África Central en el control de las Armas pequeñas y ligeras, municiones, sus partes y componentes que pueden utilizarse para su construcción, reparación o samblaje del arma. Se adoptó en Kinshasa, Republica Democrática del Congo en Mayo de 2010 por 11 miembros de los Comités en Seguridad de Estados de Naciones Unidas de África Central (UNSAC)
Las pequeñas armas un “peligro” para África
África está muy afectada por la abundancia de pequeñas armas en el continente. La alta concentración de recursos minerales en lugares en donde ya existen conflictos endémicos como la de la Región de los Grandes Lagos es ya algo conocido desde hace muchos años y que puede servir de ejemplo. También los conflictos que asolan países y regiones como los de Somalia y Darfur. A pesar de que su origen sea económico, étnico o político, la presencia de las pequeñas armas y su extensión ayuda a la continuidad y persistencia de ellos. Y la presencia de facciones armadas con ellos previene al país de alcanzar su desarrollo. Además del pillaje y el asesinato contribuye a una innecesaria distribución de los recursos locales y a utilizar mal el dinero público.
La presencia por todas partes de armas pequeñas en el continente africano afecta mucho la vida de la población ordinaria. Las actividades económicas no pueden realizarse, no puede llevarse a cabo una Educación formal y continua, y una cultura de la violencia se impone para que aquello que se desea se pueda conseguir a través de amenazas, extorsión y la fuerza. Esto se aplica para todo, aunque sea a pequeña escala como las casas, animales, ganado, y las cosechas para asegurar la vida de la familia. Cuando la ley del que está armado prevalece sobre la justicia y los derechos fundamentales no es posible tener paz, seguridad, democracia, estabilidad y la posibilidad de hacer crecer estos ideales.
Además el comercio de las armas es un negocio muy lucrativo que además sirve de apoyo a muchas otras actividades ilegales y favorece la explotación ilícita del mercado, el control de producción de los recursos naturales como los diamantes, el coltan, la casiterita y otros minerales preciosos.
El fenómeno de los niños soldados con todo lo que esto conlleva es un signo de esto.
La mayoría de las armas que llegan al mercado africano ilegalmente están producidas fuera de África.
El segundo Sínodo Africano de la Iglesia católica denuncia la prevalencia de pequeñas armas en el continente y da la bienvenida a las iniciativas de la Naciones Unidas , la Unión Africana y las Organizaciones Regionales Africanas para parar el tráfico de armas ilegales y hacer que el comercio de armas sea trasparente y legal
AEFJN informe
traducido por Amparo Cuesta
