El presidente Nkurunziza no ha sido igual de listo que que Paul Kagame, de Ruanda. Un poderoso estratega y ex jefe del Frente Patriótico de Ruanda (FPR), el hombre que llegó a asustar a Francia.
En Burundi, se está gestando otra revolución contra la constitución que actualmente está a punto de caer.
El presidente Pierre Nkurunziza que quiere quedarse para un tercer mandato ya no escucha ni a sus familiares ni a sus servicios de inteligencia.
El ejército está a punto de abandonarle desde que destituyó al director de los servicios secretos, el general Godefroid Niyombare, cuyo único crimen es el haber tenido el coraje para desaconsejarle aventurarse en esta vía anticonstitucional, con el riesgo de sumir al país en el caos.
Nkurunziza prefiere ponerse en la posición de todos estos otros dictadores a los que no les gusta escuchar lo que sus oídos no quieren oír. Los dictadores son así. Ellos quieren que nos callemos, incluso cuando están a punto de enviar a su país, al infierno.
El pueblo de Burundi es lo que él ha determinado: hacer de su país un segundo Burkina Faso.
Nada va a detener esta nueva revolución al estilo Burkinés.
Una cosa es cierta: 2015 será la hecatombe para todos los dictadores en África.
¡Viva el pueblo de Burundi!
¡Viva Burkina Faso libre!
¡Viva África libre!
[Fuente: coraliekiengeshow.com-Fundación Sur]