(Syfia Grands Lacs/ Burundi) ¡Sorpresa! Algunos mandatarios burundeses que creían que iban a ser elegidos de nuevo sin problemas en las elecciones municipales del 21 de mayo, han visto cómo desaparecían sus esperanzas. Los militantes de base, descontentos de su prestación durante el mandato que termina, les han sancionado al no colocarles en la cabeza de las listas de los candidatos de los partidos.
Para Martin Nduwimana, diputado del partido Uprona y antiguo primer vicepresidente burundés, la desilusión es total. Su proyecto de reengancharse a otra legislatura es muy comprometido. El 12 de marzo, en su municipio natal de Mugamba en el sur de Burundi, sus co-militantes le colocaron en 12º posición en la lista cerrada de 30 candidatos a las elecciones de concejales que del 21 de mayo.
Martin Nduwimana ha sentido esta votación como una humillación y un fracaso personal. “Los senadores se eligen de entre los concejales y el antiguo primer vicepresidente quería, en realidad, conquistar un asiento en el Senado. Se ha quedado pasmado pues creía que ya lo había adquirido con anticipación, en vista de su planta y su CV”, afirma, de forma anónima, un militante de este partido que participaba en el votación. Aterrado por este rechazo masivo e inesperado renunció públicamente y de forma inmediata. “Voy a ceder este puesto a alguien que lo quiera y lo intentaré de nuevo en 2015, pero dejo bien claro que sigo siendo militante del Uprona”, declaró antes de ocultar la rabia en su corazón.
Numerosas personalidades de los diferentes partidos políticos han sufrido la misma desilusión. Pancrace Cimpaye, portavoz, mano derecha del antiguo presidente de la República y actual candidato del partido FRODEBU para las elecciones presidenciales, está en 4º posición en su municipio natal, Bubanza (oeste de Bujumbura). Hasta el honorable Pie Ntavyohanyuma, presidente de la Asamblea Nacional y ardiente militante del partido presidencial CNDD-FDD, no se encuentra en cabeza de lista en su municipio natal, Kayanza (Norte). Los candidatos desafortunados no tienen nada que decir porque el voto es secreto y libre.
Votación sancionadora
Para los ojos de los fabricantes de reyes, los militantes de los partidos en la base (municipios), los mandatarios rechazados son aquellos que sólo les frecuentan cuando se acercan las elecciones para mendigar sus votos. “En el momento en que son elegidos, se incrustan en Bujumbura, la capital, y disfrutan de un sinfín de ventajas inherentes a su mandato sin preocuparse nunca más de las dificultades que acosan a aquellos que les han lanzado a las altas esferas de la administración pública o al Parlamento”, lamenta Pie Niyungeko, uno de los militantes de mayor repercusión del Uprona en el municipio de Mugamba.
Hay otros elegidos que evitan esta sanción como el caso de Léonce Ngendakumana, diputado y presidente del partido FRODEBU, que de nuevo ha salido cabeza de lista para las municipales del 21 de mayo en su municipio de Isale en Bujumbura rural. “Siempre ha estado a nuestro lado y siempre ha luchado para que a Bujumbura rural llegase la paz como al resto del país. Es alguien que conoce los rincones de su municipio”, declara Raphaël Niyokindi, un militante de FRODEBU. Entre los elegidos en abril, que todavía tienen la confianza de los electores, hay algunas mujeres que también están cerca del éxito. “Es el símbolo de la madurez política de los electores, rechazan avalar a un candidato con los ojos cerrados”, concluye Pierre Niyongere, profesor.
Prioridad a la proximidad
Al contrario que en los escrutinios anteriores, las elecciones de 2010 deberían permitir a los chicos y chicas del país formar parte de la corte de los grandes. “El consejo municipal estaba dominado por altos cargos desconectados de la realidad del municipio pues ni siquiera vivían en la provincia. Esta vez, los electores han privilegiado a los candidatos que viven allí”, declara Joseph Nsabiyabandi, muy conocido en Mugamba. En la mayoría de los casos, son los administradores, directores de la escuela o agrónomos los que están en cabeza de listas cerradas por las municipales. Más allá de este sentido de la democracia, según numerosos testimonios, algunos candidatos que residen en los municipios, habrían conseguido ganar como peones a las figuras importantes, a golpe de sobornos, aprovechando su proximidad.
Así, los militantes de base acaban con las esperanzas de los caciques de los partidos. Por otra parte, advierten a sus estados mayores para que no cambien el orden de los candidatos antes de encaminar las listas hacia la comisión electoral. “Ya ocurrió en 2005, recuerda Aloïs Niyongere del partido Uprona, cuando las listas fueron amañadas para situar a unos o a otros candidatos cerca del presidente del partido. Si se produce de nuevo lo mismo, vamos a ignorar la votación”.
Silvère Hicuburundi
Publicado en Syfia Grands Lacs, el 22 de abril de 2010.
Traducido por Teresa De Agustín, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.
