Los soldados en Madagascar a menudo se han entrometido en la política. Pero su último intento está fracasando, dejando a un grupo de oficiales atrincherados en su base y el líder civil de la isla, que se hizo con el poder en un golpe hace 20 meses, haciendo caso omiso de lo que parece haber sido un intento de golpe mal planificado.
Los oficiales militares llamaron a la prensa a su base, cercana al aeropuerto, el día 17 de noviembre, donde estaban preparados para leer una lista de demandas. Fuera de la base, la nación estaba en plena votación sobre la nueva constitución propuesta por Andry Rajoelina, que se hizo con el poder, con respaldo militar, el año pasado. La lista de oficiales incluía un llamamiento a los soldados y civiles para manifestarse y derrocar a Rajoelina, pero se han producido pocas señales de levantamiento.
En lugar de eso, los malgaches siguieron votando en el referéndum por la constitución que propuso Rajoelina. Él mismo asegura que en ningún momento se ha sentido amenazado y que la mayoría del ejército le apoya y no le “importan las declaraciones de un puñado de personas”.
El día 18, la capital estaba en calma, sin señales de que las fuerzas de seguridad fueran a intentar expulsar a los oficiales militares amotinados, de su base.
Desde la base, los militares emitieron un comunicado a través de una televisión privada, en el que prometieron que perseverarían.
Entre los oficiales en la base, está el coronel Charles Andrianasoavina, que el año pasado respaldó a Rajoelina en su toma del poder.
En enero de 2009, miles de seguidores de Rajoelina, que entonces era el alcalde de la capital, arrasaron un edificio del complejo de radiotelevisión estatal y prendieron fuego a un depósito de gasolina y a una televisión privada relacionada con el presidente de entonces, Marc Ravalomanana. Decenas de personas resultaron muertas.
Los soldados entonces abrieron fuego contra los manifestantes anti gobierno, matando al menos a 25 personas. Eso le costó a Ravalomanana gran parte del apoyo militar, que le culpó de la orden de abrir fuego contra los manifestantes. En marzo, Rajoelina se hizo con el poder.
Pero según van pasando los meses con Rajoelina incapaz de romper el aislamiento internacional, algunos sectores en el ejército están cada vez más descontentos.
“Las diferentes partes siguen inamovibles en sus respectivas posiciones, y el pueblo de Madagascar está sufriendo las consecuencias de un falso orgullo”, señaló el coronel amotinado el día 17.
Rajoelina ha rechazado los esfuerzos de mediación internacional, imponiendo su propio plan hacia unas elecciones presidenciales, el próximo año. El referéndum del día 17 fue el primer paso de este plan. La nueva constitución propuesta, incluye algunas nuevas clausulas nuevas claves para que el actual líder, llamado Máxima Autoridad Transicional, Rajoelina, permanezca en el poder hasta que se elija a un nuevo presidente. Esto ha sido considerado como un intento de Rajoelina de permanecer en el poder indefinidamente, porque no se establece la certeza de que se vayan a celebrar unas nuevas elecciones.
La Nueva constitución también establece que la edad mínima para ser presidente sea 35, en lugar de los actuales 40. Rajoelina tiene 36 años.
Rajoelina no podrá mantenerse por mucho tiempo en el poder sin el apoyo unificado del ejército, que desde la independencia de Francia, en 1960, siempre se ha inmiscuido en la política.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 19-11-10)
