El comercio de drogas en el África Occidental sigue el camino de Méjico, con los actores locales tomando cada vez más el control de un sistema mucho más sofisticado, para pasar de contrabando cocaína al rico mercado del norte, según denuncia la ONU.
La cantidad de cocaína que iba camino de Europa y que ha sido incautada en el África Occidental ha descendido en los últimos años, pero eso no significa otra cosa que el tráfico está llegando a ser cada vez más sofisticado, según Alexandre Schmitdt, director de la oficina de la ONU contra las Drogas y el Crimen en el África Occidental.
“Significa que ha habido un reposicionamiento de las rutas de la droga, que los traficantes tienen medios mucho más sofisticados y que están utilizando más rutas”, dijo en una reunión en Senegal.
El flujo de cocaína a través de los frágiles estados de África hacia Europa se ha disparado en la agenda del orden público internacional, con los expertos advirtiendo que este comercio es un riesgo de corrupción para los estados, produce inestabilidad y paraliza las economías de la región.
Con alrededor de 800 millones de dólares estadounidenses, el valor del paso de la droga a través del África Occidental, en 2009, fue equivalente a grandes sectores de la economía de algunos países de la región.
Pagos de rescates
Unos cuantos cientos de latinoamericanos todavía dominan la toma de decisiones en este comercio, pero los africanos de la región occidental cada vez tienen roles más influyentes, según ha declarado Schmidt.
“Esto es una nueva tendencia, y lo que estamos viendo en el África Occidental es como lo que vimos antes en Méjico”, dijo, citando la forma en que los mejicanos cada vez más desplazaron a los colombianos en el transporte de la cocaína andina a los Estados Unidos.
Las preocupaciones por el tráfico han aumentado por el temor a que la rama de Al Qaeda del Norte de África, se haya establecido como actor en el tráfico trans- sahariano, especialmente después de que se encontrase en el desierto un avión, que se cree que transportaba cocaína.
Schmidt dijo que el papel del grupo islamista, que también ha ganado mucho dinero con la recogida de pagos multimillonarios de rescates por occidentales secuestrados, es más el de intermediarios locales que de organizadores centrales.
“Los terroristas están facilitando el paso a los traficantes… y ellos reciben un pago, o en dinero o de otra clase. Pero no tenemos pruebas de que los grupos terroristas estén organizando el tráfico de drogas”, explicó.
Citando el arresto del gánster de la época de prohibición en América, Al Capone, por evasión de impuestos, Schmidt pidió a las naciones que hagan más para combatir la financiación ilegal, especialmente el blanqueo de dinero. “Si queremos tener un impacto real sobre los traficantes de droga… necesitamos golpearlos donde los duela, en su dinero”, señaló.
(News 24, 22-06-11)
