“El crecimiento del terrorismo es una gran amenaza para la paz y la seguridad internacionales, que actualmente se siente más agudamente en África”. “Terroristas y extremistas violentos, incluidos Da’esh, Al-Qaida y sus afiliados, han explotado la pobreza, inestabilidad y el conflicto, para aumentar sus actividades e intensificar los ataques en todo el continente”, declaró Amina Mohammed en nombre del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, el día 10.10.2022.
Muchos grupos terroristas abusan de los grupos más vulnerables, como: las mujeres y las niñas en particular, que son las más afectadas por la inseguridad y la desigualdad.
En los últimos dos años, algunos de los afiliados más violentos de Da’esh se han expandido, aumentando su presencia en Malí, Burkina Faso y Níger, así como hacia el sur en el Golfo de Guinea.
Los grupos terroristas y extremistas violentos agravan la inestabilidad y el sufrimiento humano y pueden hundir a un país que sale de la guerra a las profundidades del conflicto.
Mientras tanto, los terroristas, los grupos armados no estatales y las redes criminales a menudo persiguen diferentes agendas y estrategias, alimentadas por el contrabando, la trata de personas y otros métodos de financiación ilícita, a veces haciéndose pasar por fuerzas armadas legítimas.
Y a medida que las herramientas digitales propagan el odio y la desinformación, los terroristas y otros grupos criminales se aprovechan de las tensiones entre comunidades y la inseguridad alimentaria provocada por el cambio climático.
En el mundo hiperconectado de hoy la propagación del terrorismo en África no es una preocupación exclusiva de los Estados miembros africanos. El desafío es de todos. La lucha contra el terrorismo internacional requiere respuestas multilaterales eficaces.
Para un enfoque holístico e integral, la subjefe de la ONU citó la Nueva Agenda para la Paz, parte del informe Nuestra Agenda Común.
Al esbozar cinco sugerencias para avanzar en los esfuerzos antiterroristas en África, Mohammed recordó que “la prevención sigue siendo nuestra mejor respuesta”.
“Primero, debemos abordar la inestabilidad, las condiciones de vida precarias y el conflicto, que pueden conducir al terrorismo”.
En segundo lugar, pidió enfoques de “toda la sociedad” basados en la comunidad y sensibles al género. Sola la sociedad de cada país puede liberarse de esta esclavitud. Debido a los vínculos complejos entre el terrorismo, el patriarcado y la violencia de género, las políticas antiterroristas deben ser “fortalecidas por la participación significativa y el liderazgo de mujeres y niñas”.
La cumbre planeada para octubre de 2023 sobre la lucha contra el terrorismo en África será otra oportunidad para considerar formas de fortalecer los esfuerzos y la colaboración eficaz de todos los gobiernos, coordinados por la ONU en un proyecto global.
Pero siendo realistas, sabemos que la auténtica liberación de toda violencia y terrorismo en África y en el mundo solo la llevarán a cabo las propias sociedades que sufren los azotes del terrorismo, pero en auténtica cooperación regional y global.
La liberación real de toda esclavitud y opresión solo brotará eficazmente de las propias personas esclavizadas, con la cooperación nacional e internacional.
Lázaro Bustince
[CIDAF-UCM]