El campo de refugiados de Kakuma, el segundo más grande del país, después del de Dadab, alcanzó su capacidad máxima y necesita nuevos espacios de acogida, dijo el gobernador del estado de Turkana, Josephat Nanok, quien indicó que el hacinamiento “favoreció la propagación de enfermedades entre los refugiados” y genera “problemas de seguridad, un aumento de los robos y de la violencia”.
El gobernador pidió al ACNUR que aumente la presencia de su personal en el centro debido al aumento del flujo de refugiados. En la actualidad, el campo alberga 164.000 personas, la mayoría de ellas somalíes, pero también a 36.000 sursudaneses. En este momento, el promedio es de 200 llegadas por día.
MISNA