En la ciudad de Butembo, ubicada a 1.800 metros sobre el nivel del mar, en la provincia de Kivu Norte, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), está en marcha un proyecto para la construcción de una escuela para niños sordomudos. La iniciativa denominada «Donde el amor habla… más fuerte«, gracias a la presencia de talleres artesanales, apoyará el emprendimiento de personas con discapacidad auditiva en un contexto difícil como el congoleño.
La falta de audición es una discapacidad que no se ve, pero que tiene un impacto muy fuerte en la calidad de vida. Especialmente en un país muy vulnerable debilitado por conflictos endémicos y terrorismo, donde el sistema de salud es frágil y deficiente, mientras que las campañas de vacunación están casi completamente ausentes. Todo esto se traduce en un aumento de enfermedades que pueden provocar hipoacusias como la rubéola, la meningitis y las paperas.
El financiamiento del proyecto deriva de la venta de algunas propiedades ubicadas en Bolonia, Florencia y Molfetta propiedad de la Pequeña Misión para Sordos , que en el pasado se identificaba con el Instituto Gualandi para Sordos y Mudos, pero ahora se conoce como la congregación religiosa de los Sacerdotes del Gualandi o “i gualandiani”. La venta de las propiedades fue posible gracias a la red REMAX, la red que está revolucionando el mercado inmobiliario en Italia. Los profesionales Maddalena Bellingreri, de Bolonia, Vanni Bordignon, de Molfetta, y Leonardo Gestri, de Florencia, lo pusieron en práctica.
El coordinador del proyecto de formación es Savino Graziano Castiglione, vicario general y representante legal de la Pequeña Misión para sordos y mudos. El superior tiene una larga experiencia con los problemas que conlleva la sordera y ha estado trabajando durante mucho tiempo en diversos contextos globales. Como en Filipinas, donde, de 1988 a 2001, participó en un proyecto similar para personas con discapacidad auditiva. Sobre la iniciativa en el Congo, Savino explica que «la sordera es una discapacidad invisible, que aísla a los niños y por eso es necesario intervenir, para reconstruir un mundo vivo y abierto a su alrededor, especialmente en contextos de extrema marginación«.
El proyecto es una prueba más de que hay una vía alternativa al saqueo del continente, a la recolonización, a la expropiación masiva de recursos, igualmente hay una perspectiva diferente con respecto a la pobreza, la emigración forzada, la violencia y el terrorismo. Se parte de la escuela como motor de construcción de la conciencia, pero también como introducción práctica a las profesiones. Independientemente de haber nacido en un contexto difícil, se debe garantizar el derecho a aprender y a ser autónomo y, en este sentido, Italia siempre ha exportado una cultura basada en la cooperación y el desarrollo.
Mientras que el debate se intensifica sobre el futuro del continente, que pronto será el más poblado del mundo, no en vano hablamos del «siglo africano» y asistimos a una «nueva carrera por África», que nace de sus inmensos recursos minerales y energéticos, en este escenario el proyecto se convierte en un ejemplo de cómo se puede construir un futuro diferente para los más jóvenes y más desfavorecidos.
Lorenzo Somigli
Original en: Afrofocus
