En las próximas elecciones europeas son 645.000 personas las que deben acudir a las urnas el domingo 26 de mayo de 2019, pero también hay 34 listas entre las cuales es necesario elegir. Un número récord que calienta las rotativas, porque quién dice más candidatos dice más promesas y papeletas electorales para imprimir. En cada elección, la misma rutina: los sobres cargados con consignas políticas llegan a los buzones de las casas. Algunas veces están abiertas, otras no. En cualquier caso, las promesas de fe y las papeletas de los candidatos terminan en la basura y en ocasiones ni siquiera son leídos.
El miércoles 15 de mayo, 316 personas estaban en el gimnasio Reydellet ocupadas alrededor de las mesas para colocar los documentos en los sobres y distribuirlos a los 24 municipios y 645.000 votantes registrados. El prefecto* de Reunión, Amaury de Saint-Quentin, fue a este lugar para saludar a las personas que trabajaban en esta operación de ensobrado que durará 5 días: “Hay 23 millones de documentos almacenados aquí”. Si bien el número de hojas ya es colosal, es probable que aumente en los próximos días.
Geneviève Teyssedre, jefe de la oficina electoral en la prefectura, lo confirma: “Es enorme. En las presidenciales también se generó mucho papel, pero en las europeas y sus 34 listas… son muchas candidaturas, lo cual hace que aumente la necesidad de papel”. De esas 34 listas, no todas han optado por enviar las listas; 12 enviaron profesiones de fe, mientras que 10 enviaron solo la papeleta electoral. Sí todos hubieran hecho lo mismo, el gimnasio se habría llenado de papeles: “Seguro que acaba siendo un desperdicio, porque los votantes, cuando reciben sus sobres, a menudo ni se los leen”, admite Teyssedre.
Se teme una alta tasa de abstención
Otro riesgo reside en las pocas personas que realmente se preocupan por las elecciones europeas. Los entrevistados en un informe previo fueron casi unánimes: estas elecciones no son muy populares. En cuanto a los que acuden a las urnas, es más un deber como ciudadanos que un interés real para los europeos. Las cifras así lo demuestran: en las últimas elecciones de 2014, poco más del 20 % de los ciudadanos fueron a votar. Una tasa en claro decrecimiento, ya que en 2009 fue del 33 % y en 2004 del 39 %.
El director de ciudadanía y legalidad en la prefectura, Alain Chane Lap, está preocupado: “Como de costumbre, habrá mucho desperdicio, reforzando por la tasa de abstención. Pero nuestro deber es mandar las papeletas por adelantado”. El deber por delante de todo. Esta opinión es también compartida por el prefecto: “Es una obligación legal, debemos informar a todos los que están llamados a esta elección, por lo que nos esforzamos por hacerlo en las mejores condiciones posibles”.
La desmaterialización no parece inminente
¿Podemos imaginarnos algún día una forma de desmaterialización de estos documentos? Para el prefecto esa opción es «demasiado revolucionaria», al menos de momento. «Hay debates, hay reflexiones que se llevan a cabo, pero por el momento estamos en un modelo tradicional, en formato de papel». Por su parte, Alain Chane Lap aclara que “en un momento dado, hubo un proyecto para desmaterializar todos estos documentos, a través del Ministerio del Interior”. Si toda la propaganda estuviese disponible en el sitio web, se podría evitar imprimir las versiones en papel.
Sin embargo, Teyssedre apunta que son principalmente los candidatos quienes bloquean el proceso. “Hubo, ciertamente, un plan para poner la propaganda electoral en línea en lugar de imprimirla, pero los candidatos no están de acuerdo con la medida ya que dicen que no todo el mundo podría acceder a ella; especialmente la gente de tercera edad. Las papeletas y la propaganda son responsabilidad de los candidatos. Una gran parte de estos documentos proviene de París. “Los candidatos que obtengan al menos el 3 % de los votos emitidos pueden recibir el reembolso de los costos de propaganda”, explica Teyssedre.
Todavía hay un largo camino por recorrer antes de limitar esta tonelada de documentos impresos en cada elección. Principalmente, porque dentro de estos 23 millones de documentos no están incluidos los carteles electorales, los cuales no están bajo el control de la comisión de propaganda.
*Se entiende por prefecto el alto funcionario de la administración francesa que desempeña la función de gobernador en un departamento (cuya capital es la prefectura) de la República.
Fuente: Imaz Press (Reunion)
[Traducción y edición, Javier Ramos López]
[Fundación Sur]
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