El primer ministro de Túnez ha nombrado a personalidades de la oposición para un nuevo gobierno de unidad el día 17 de enero, con la esperanza de restaurar la estabilidad después de las violentas protestas callejeras que derrocaron al presidente el pasado día 14 de enero.
El primer ministro Mohamed Ghannouchi también dijo que el gobierno se ha comprometido a liberar a todos los presos políticos y a investigar a cualquiera que tenga grandes fortunas o que sean sospechosos de corrupción.
Antes de este anuncio, 1.000 personas se manifestaron en la capital de Túnez, muchos de ellos asegurando que no aceptarían a miembros del partido del depuesto presidente en la nueva coalición, porque se encargarían de bloquear las reformas tan necesitadas.
Ghannouchi es él mismo miembro del partido gobernante, el RCD (Agrupación Constitucional Democrática), hasta ahora liderado por el presidente Zine al Abidine Ben Ali, y el partido mantiene una presencia significativa en el nuevo gobierno.
Las fuerzas de seguridad utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos, además de disparos al aire, para dispersar las protestas.
El primer ministro declaró que los líderes de la oposición tendrían puestos ministeriales, pero los ministros de Interior, Defensa, Finanzas y Asuntos Exteriores mantendrán sus puestos en el nuevo gobierno.
Nombró a Najib Chebbi, fundador del Partido Progresivo Democrático, PDP, que se oponía a Ben Ali, como ministro de Desarrollo Regional. También al líder del partido Ettajdid, Ahmed Ibrahim, que sera ministro de Educación Superior y a Mustapha Ben Jaafar, presidente de la Unión por la Libertad y el Trabajo, como ministro de Sanidad.
“Estamos comprometidos a intensificar nuestros esfuerzos para restablecer la calma y la paz en los corazones de los tunecinos. Nuestra prioridad es la Seguridad, así como las reformas Económicas y Políticas”, señaló Ghannouchi en una rueda de prensa.
Los tunecinos de a pié, en las calles de la capital, se mostraban escépticos ante estos anuncios. “No confiamos en este gobierno porque son las mismas caras, como Ghannouchi, Morjane y particularmente Friaa”, decía un ciudadano, Mohamed Mishrgi. “Es como si el sistema de Ben Ali estuviera todavía ahí. Es por esa razón por la que las manifestaciones continúan en Túnez. Queremos un nuevo estado con nueva gente”, señalaba otro, Hosni Saidani, que añadió: “es difícil confiar en esta gente porque ellos participaban en el sistema de Ben Ali, pero no tuvieron el coraje de decirle “basta”. Así que ¿cómo van a hacer algún cambio hacia la democracia?”. “Estas personas participaron en el sistema de Ben Ali, es cierto. La gente no los quiere en el nuevo gobierno, pero no podemos tener un cambio completo, necesitamos avanzar hacia la democracia poco a poco”, explica otro ciudadano, Mohamed Bouzayin.
Un ministro británico también pedía reformas políticas más a fondo y una mayor libertad política en Túnez. El profundo cambio en Túnez en los últimos días “todavía no es la reforma política que mucha gente espera en ese país”, explicó en el parlamento en ministro de la oficina de Exteriores británica, David Lidington, durante un debate, lo que Gran Bretaña desea es un avance ordenado hacia unas elecciones libres y justas, y una expansión de la libertad política en Túnez”, agregó.
(IOL, 18-01-11)
