El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, en un discurso pronunciado por el Primer Ministro, Ruhakana Rugunda, en el tercer Foro Panafricano sobre Migración en Speke Resort Munyonyo, en Kampala, afirmó que la migración humana, si se maneja bien, es el remedio más antiguo a la pobreza, por lo que los países deben dejar de cerrar sus fronteras a los recién llegados y que dado que la mayoría de los inmigrantes están en edad laboral, pueden representar un incremento de la mano de obra: «Por tanto, incumbe a los gobiernos diseñar políticas migratorias basadas en la evidencia que busquen maximizar los impactos positivos, especialmente en las áreas de inversión, turismo, agricultura, manufactura, educación y comercio».

El Presidente declaró que Uganda alberga actualmente a más de 1,2 millones de migrantes forzados (refugiados), la población más grande de África y la tercera más grande del mundo, lo que ha tenido efectos adversos, entre otros, en los aspectos socioeconómicos, de seguridad y medioambientales. «Pide un esfuerzo concertado para abordar las causas y los efectos de esta migración forzada… África tiene abundancia de recursos y nuestro pueblo no debe morir en peligrosos viajes en el Mediterráneo con la esperanza de mejores oportunidades, lo que significa que necesitamos crear entornos propicios para que nuestro pueblo pueda prosperar y vivir una vida buena y pacífica».

La cumbre, que finaliza hoy bajo el lema «Hacia una Posición Africana Común sobre los Pactos Globales sobre la Migración y sobre los Refugiados», forma parte de las consultas regionales para el Pacto Mundial sobre los Migrantes y Refugiados, aprobado en septiembre del año pasado por los 193 países miembros de la ONU para iniciar el diálogo sobre la crisis migratoria.

En declaraciones a la cumbre, el jefe de la delegación europea en Uganda, Kristian Schmidt, dijo que el compromiso de Uganda de acoger a una población tan grande de refugiados debe ser reforzado y ayudado con urgencia por la comunidad internacional: «Necesitamos trabajar juntos para llegar a una situación en la que todos salgan ganando, tanto para los migrantes como para sus países y comunidades de acogida, como en el norte de Uganda. La UE y África trabajan conjuntamente y tienen diálogos sobre la migración a nivel continental, regional y nacional».

Abrumados por el número de refugiados, el gobierno y las Naciones Unidas acordaron organizar una cumbre de solidaridad en Kampala el próximo mes en un intento de recaudar por lo menos dos mil millones de dólares para financiar las operaciones de socorro. A la cumbre asistirán una decena de jefes de Estado y delegados de organizaciones internacionales clave, y estará copresidida por el Presidente Museveni y el Secretario General de la ONU António Guterres.

Frederic Musisi

Fuente: The Monitor

[Traducción y edición, Fernando Martín]

[Fundación Sur]

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