El presidente de Egipto, Mohamed Morsi, ha condenado firmemente la intervención francesa en Malí, el día 21 de enero, en un discurso pronunciado en la cumbre económica árabe en Ryad. Según él, esta acción podría desestabilizar la región y ha dicho “no aceptamos de ningún modo una intervención militar en Malí”.
Según el presidente de los Hermanos Musulmanes, la intervención francesa “probablemente alimente el conflicto en la región”. Hablando sobre el apoyo africano a la intervención de París, el presidente Morsi, ha declarado: “No queremos que se cree un nuevo frente de conflicto sangriento en África”, y añadió “lo que rechazamos totalmente es la separación del norte árabe del corazón de África”.
Según el presidente egipcio, cuyo país se enfrenta a graves dificultades económicas, “toda intervención debe ser pacífica e comprender una ayuda financiera al desarrollo”.
Las declaraciones de Mohamed Morsi satisfacen a los Hermanos Musulmanes y sobre todo, a los salafistas, de los cuales necesita el apoyo para las próximas elecciones legislativas. Una centena de islamistas han protestado el viernes día 18 de enero, ante la embajad de Francia.
Pero la situación en Malí no interesa a la mayoría en Egipto, preocupados por el aumento del desempleo, el aumento de los precios y el aumento de la inestabilidad política. Además de los desordenes que puedan ser graves en la conmemoración de la revolución del 25 de febrero.
(Mali.jet, 22-01-2013)