Una temprana ofensiva diplomática del nuevo presidente islamista de Egipto hace más difícil todavía para la clase dirigente militar dar una imagen de él, a nivel internacional, como una amenaza para los poderes extranjeros.
En el país, sin embargo, esto no puede hacer mucho para influir en los generales, y ayudar a Mursi a reafirmarse como jefe de Estado.
Los aliados tradicionales de Egipto, Arabia Saudí y Estados Unidos, no quieren desafiar el papel del ejército que se ha autoproclamado “protector de Egipto”, algo que utiliza para mantener todavía el control de la seguridad nacional y la futura constitución.
Mursi tiene el primer mandato popular real en la historia de Egipto, aunque el ejército ha seguido manteniendo el poder de vetar cualquier ley aprobada por el presidente, después de disolver el parlamento, dominado por los aliados del presidente, los Hermanos Musulmanes, gracias a una sentencia judicial.
En lo que pareció un golpe directo a los Hermanos Musulmanes, durante una visita a Egipto de la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, el más alto general de Egipto, el mariscal de campo Hussain Tantawi, dijo que el ejército no permitiría que un “grupo específico” dominase Egipto.
Clinton instó a que se propiciase un cambio rápido hacia un gobierno responsable después de reunirse con el nuevo presidente, y dijo que los Estados Unidos apoyaban que el ejército volviese a tener un papel “puramente de seguridad nacional”. Las imágenes de ella charlando con Mursi fueron muy difundidas por televisión.
Pero la visita de Clinton también incluía una reunión con representantes de las mujeres y grupos cristianos que temen que sus derechos se vean perjudicados si los islamistas toman el control total por medio de las urnas.
Clinton mantuvo un encuentro con Tantawi que fue mucho más discreto que el anterior encuentro con Mursi. Todo indica que no se ha producido ningún cambio real en el orden jerárquico.
Por ahora, Mursi, todavía parece demasiado débil y los Hermanos Musulmanes también, no se ha probado que Washington ejerza una presión decisiva sobre los generales, en favor de los Hermanos Musulmanes y Mursi.
(Africa News, 20-07-12)