El proceso para que el presidente Ouattara fuera proclamado presidente de la Costa de Marfil fue largo, en este carrera política hay que incluir dos elecciones en las cuáles fue “descalificado y una breve pero brutal guerra civil entre 2010 y 2011 a causa de que su predecesor no quería marcharse”.
Su gobierno se ha mantenido desde 2011, y ahora ha comenzado su cuarta legislatura. Sus partidarios consideran que el éxito del Ouattara se debe al rápido y exponencial crecimiento de la economía desde que él está a cargo, señalando que ha conseguido financiar, “proyectos de infraestructura, (…) nuevas carreteras e intercambiadores” necesarios en las ciudades.
Sin embargo, también ha recibido críticas. Amnistía Internacional ha considerado “desproporcionada la prohibición de protestas relacionadas con las elecciones”. Al mismo tiempo, se han producido tensiones, ya que debido a la aprobación de una nueva constitución en 2016 “se ha reseteado el límite de dos términos” a la presidencia, de manera que Ouattara se ha podido mantener en el poder más tiempo de lo normal para el país.
Este nuevo mandato del presidente estará enfocado en “objetivos económicos, entre ellos convertir a Costa de Marfil en un país de ingresos medios en 2030, poner en funcionamiento un nuevo metro en Abiyán y mejorar el acceso a las carreteras y la electricidad”; en general, poder mejorar las condiciones de vida de los marfileños y marfileñas.
Fuentes: Qiraat Africa – Reuters
[CIDAF – UCM]
