El parlamento de Uganda, el día 13 de mayo, dejó a un lado el proyecto de ley anti homosexuales, que hubiera supuesto incluso la pena de muerte para determinados actos homosexuales, después de que los Estados Unidos, uno de los mayores donantes de ayuda a Uganda, criticaran duramente el proyecto de ley, calificándolo de “odioso” y afirmando que nada podría justificar la aprobación de semejante legislación anti homosexual.
Los legisladores ugandeses debatían esta polémica propuesta, presentada por el parlamentario David Bahati, después de la arrolladora victoria del presidente Yoweri Museveni, que juró su cargo para una cuarto mandato tan sólo el día anterior, entre fuertes críticas por la represión de los opositores y los homosexuales.
El director ejecutivo del grupo de derechos de las minorías sexuales de Uganda, Smug, expresó su alivio por la decisión del parlamento de desechar este proyecto, pero advirtió que “debemos seguir luchando, porque este proyecto de ley podría volver a surgir en el próximo parlamento”.
El actual periodo de sesiones del parlamento terminaba el miércoles, día 11 de mayo, pero como el lunes y el martes se dedicaron a la ceremonia de juramento de los nuevos funcionarios, los parlamentarios dijeron que el viernes sería en realidad el último día para debatir los proyectos de ley, antes de su receso.
Las fuerzas de seguridad de Museveni, el día 12 de mayo lanzaron gas lacrimógeno contra los seguidores de su máximo rival, Kizza Besigye. Al menos 16 periodistas fueron atacados por las fuerzas de seguridad, mientras cubrían el regreso de Besigye desde Nairobi, el mismo día de la investidura.
Uganda, un importante aliado de la lucha contra el terrorismo de al qaeda en Somalia, recibió 526 millones de dólares en ayuda al desarrollo de Estados Unidos, el año pasado.
La homosexualidad ya es ilegal en Uganda, pudiendo ser castigada hasta con la cadena perpetua en algunos casos.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 14-05-11)
