El gobierno de Kenia perdió la votación para aprobar el proyecto para reformar la constitución, que podría haber hecho que se estableciera un tribunal especial en el país para juzgar a los perpetradores de la violencia post electoral del año pasado, aumentando las posibilidades de que ahora, estos acusados sean juzgados en el Tribunal Penal Internacional, TPI, de La Haya.
En el parlamento de Nairobi, 101 miembros votaron a favor de este proyecto de ley, mientras que 93 votaron en contra. Hubo una abstención.
Para que el proyecto de ley se hubiera aprobado, hubiera hecho falta que la mayoría de los 145 parlamentarios votasen a favor, como requiere la ley.
Ahora no está claro si se le dará tiempo al Parlamento para que reintroduzca la ley en los próximos seis meses.
Esto ha supuesto un duro golpe para el presidente, Mwai Kibaki y para el primer ministro, Raila Odinga, que se encontraban en el parlamento para ordenar el apoyo al proyecto legal.
Los parlamentarios que apoyan la formación de un tribunal especial en Nairobi argumentan que preservará la soberanía de Kenia, mientras que los que están a favor de que los acusados sean juzgados en La Haya opinan que un tribunal nacional sería susceptible de manipulación por los políticos más poderosos.
Más de 1.000 personas resultaron muertas y otras 350.000 desplazadas durante la violencia que estalló tras las elecciones celebradas a finales de 2007. Cinco ministros e importantes empresarios keniatas son sospechosos de haber financiado y organizado este estallido de violencia.
(African Press Agency, 13-02-09)