«Esto no es solo alineamiento con China; es lealtad«, declaró el senador estadounidense Jim Risch, lo que avivó la tensión diplomática después de que el presidente keniano, William Ruto, anunciara la alianza de su país con China como «coarquitectos de un nuevo orden mundial» durante una visita diplomática a Pekín el mes pasado.
Visita de Ruto a China y declaraciones sobre el «nuevo orden mundial»
Este impacto diplomático se produjo tras la visita de Estado de cinco días del presidente Ruto a China a finales de abril de 2025. Más que una simple formalidad diplomática, la visita profundizó los lazos entre Nairobi y Pekín con la firma de más de 20 acuerdos bilaterales que abarcan infraestructura, comercio, salud, educación y tecnología digital. Para Kenia, la principal economía de África Oriental, estos acuerdos señalan la búsqueda de alianzas para el desarrollo que puedan ofrecer alternativas a las instituciones financieras dominadas por Occidente y su ayuda condicional, en un contexto donde el 40 % de la población vive por debajo del índice de pobreza.
En un discurso pronunciado en la Universidad de Pekín, Ruto enfatizó el multilateralismo y la responsabilidad colectiva en la configuración de la gobernanza global. Ruto afirmó que «Kenia y China son coarquitectos de un nuevo orden mundial«.
El comentario generó inquietud en Washington, en particular dada la reciente designación de Kenia como «aliado importante no perteneciente a la OTAN» por parte de la administración Biden en 2024, tras una visita de Estado de alto perfil de Ruto a Estados Unidos. Estados Unidos suele otorgar este estatus para asegurar posiciones geoestratégicas y recompensar la alineación con sus intereses, como se ha visto con Israel, Pakistán y otros. Kenia es tan solo la segunda nación africana en recibir este estatus, después de Egipto en 1987, lo que refleja la creciente preocupación de Estados Unidos por la influencia de China en el continente. La designación también se relaciona con el papel que Estados Unidos prevé para Kenia en las operaciones de seguridad lideradas por Estados Unidos en África, donde alberga dos bases permanentes del Comando África de Estados Unidos en Mombasa y Manda Bay, y es coanfitriona, junto con Estados Unidos, de la Conferencia de Jefes de Defensa Africanos de 2025.
Respuesta del Senado de Estados Unidos
En su discurso inaugural de la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado titulada «África Oriental y el Cuerno de África: ¿Un punto de inflexión o un punto de ruptura?» En la reunión del 13 de mayo, el presidente del Comité, el senador Jim Risch (republicano por Idaho), declaró que el mandato de la reunión era “indagar en uno de los lugares más difíciles y frustrantes del planeta: África, más específicamente África Oriental. … El mes pasado, el presidente Ruto declaró que Kenia, un importante aliado no perteneciente a la OTAN, y China son ‘coarquitectos de un nuevo orden mundial’. Eso no es solo alineamiento con China; es lealtad”.
Continuó diciendo: “Confiar en líderes que apoyan a Pekín tan abiertamente es un error. Es hora de reevaluar nuestra relación con Kenia y con otros que forjan vínculos estrechos con China”.
El senador Risch presentó el discurso completo de Ruto en la Universidad de Pekín al registro del Congreso, calificando las acciones diplomáticas soberanas de Kenia como una traición, en el contexto más amplio de la escalada de la agresión estadounidense hacia China.
Respuesta diplomática de Kenia
A su vez, el presidente del Comité de Defensa, Inteligencia y Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional de Kenia, Nelson Koech, emitió una respuesta directa al senador estadounidense James Risch sobre las posturas de Kenia en política exterior. «Desde las Naciones Unidas hasta la Organización Mundial del Comercio, la administración [de Ruto] cuestionó constantemente las estructuras obsoletas y exigió condiciones más justas para los intereses estadounidenses«, escribió Koech. «Kenia pide lo mismo: no desmantelar el multilateralismo, sino reconstruirlo sobre los principios de equidad y responsabilidad compartida«.
El secretario del Gabinete de Asuntos Exteriores de Kenia, Musalia Mudavadi, contextualizó aún más la refutación de Kenia en una entrevista televisada. «El presidente Ruto se refería a la propiedad colectiva«, dijo Mudavadi. «Estados Unidos es una gran potencia, al igual que China. Ambas naciones son importantes para nosotros y seguiremos trabajando juntos«. «Este no es un cambio en la política de Kenia que perjudique a nadie«, explicó. «No estamos aquí para enfrentar a un país con otro«. Mudavadi explicó además que la política exterior de Kenia se rige por el interés nacional y la búsqueda de alianzas mutuamente beneficiosas, señalando que «la política global es dinámica y las decisiones se toman por ciertas razones en ciertos momentos». Procurando no generar antagonismo, ambos altos funcionarios sostienen que las declaraciones de Ruto no representan un cambio de rumbo desde Occidente.
Equilibrio estratégico en un mundo multipolar
La postura de Kenia refleja una tendencia más amplia entre los Estados africanos que buscan equilibrar las relaciones con las principales potencias mundiales, a la vez que reafirman su capacidad de acción. Muchos gobiernos, incluido el de Kenia, parecen mantener en este caso una estrategia de política exterior de «cobertura». Contrariamente a los temores de Estados Unidos de que estos gobiernos se estén subiendo al carro de China, este enfoque se caracteriza por intentar equilibrar las relaciones con múltiples grandes potencias y mantener enfoques diplomáticos no alineados y basados en intereses que priorizan los intereses nacionales y de desarrollo.
Kenia está afirmando su derecho a interactuar globalmente con base en sus prioridades de desarrollo e intereses estratégicos.
Queda por ver si Washington reevaluará su relación con Nairobi, como sugiere el senador Risch. Sin embargo, dados los antiguos vínculos institucionales de Kenia con Estados Unidos y las alianzas occidentales más amplias, parece improbable un cambio de política significativo a corto plazo; la carta de Koech a Risch describió el llamamiento de Kenia a un orden internacional más justo como una aspiración que «refleja el propio impulso del presidente Trump a la reforma dentro de las instituciones globales«.
Al mismo tiempo, también queda por ver si la posición de Kenia refleja una recalibración deliberada de su política exterior o simplemente un enfoque pragmático para abordar las complejidades del realineamiento del poder global.
Fuente: Nicholas Mwangi – Peoples dispatch
[CIDAF-UCM]
