No ha tomado mucho tiempo en empezar la operación limpieza en el gobierno, a tan solo tres meses de tomar el control de Angola, el actual presidente Joao Lourenco despidió a la hija de su predecesor como jefe de la compañía petrolera estatal y se dispuso a desmantelar el imperio construido por José Eduardo dos Santos, antiguo presidente de Angola.
Hace un año aproximadamente, Isabel Dos Santos fue nombrada por su padre, a sus 44 años de edad como directora de la compañía creando protestas por parte de la oposición.
Un decreto presidencial a mediados de noviembre puso fin rápidamente al reinado de Isabel dos Santos, una de las mujeres más ricas de África, como jefa de Sonangol, el buque insignia de la economía Angoleña, supervisando la producción de gas natural y petróleo; esta destitución ha sido polémica en cuanto que la empresa proporciona las tres cuartas partes de sus ingresos.
Pero a pesar de su posición, Lourenco la despidió, y declaró que: «Sonangol es el ganso dorado de Angola, vamos a ocuparnos de ello con mucho cuidado».
El nuevo presidente había prometido distanciarse de la familia dos Santos durante su exitosa campaña, antes de las pasadas elecciones del 23 de agosto.
Pacto roto
En pocas semanas, los jefes leales a dos Santos que encabezaban las instituciones y sectores críticos -incluido el banco central, el petróleo, la industria del diamante y los medios de comunicación- fueron reemplazados por aliados del nuevo líder. Rafael Marques, periodista y opositor ha declarado que Joao Lourenco está armando un buen equipo declarando que:
«Lo que es extraordinario es que está demostrando que él es el presidente, no el MPLA (Movimiento Popular para la Liberación de Angola)», el partido gobernante desde la independencia en 1975.
La policía y el ejército tampoco escaparon de la limpieza. Antes de retirarse, dos Santos se ocupó de congelar por ley la jerarquía de las fuerzas de seguridad durante varios años. Pero Lourenco reemplazó a los jefes de la policía y la inteligencia militar de todos modos.
«Está destruyendo el gobierno original de compromiso que negoció con dos Santos en el momento de su toma de posesión como jefe de estado», dijo Alex Vines, analista del think tank británico Chatham House.
«Ha demostrado que la familia dos Santos ya no está protegida». las iniciativas del nuevo jefe de Angola han causado una conmoción en el MPLA, donde el «camarada número 1» dos Santos ha mantenido varios seguidores. Su otra hija, Welwitschia, ella misma miembro del comité central, se quejó públicamente sobre el tratamiento de la familia.
«En Angola, los ciudadanos que promueven la imagen de la patria son perseguidos y despojados por el presidente», dijo Welwitschia, que hizo fortuna como directora de una compañía de producción y publicidad de televisión.
La misma pandilla
Un legislador del partido gobernante, Joao Pinto, advirtió al nuevo jefe de Estado durante una intervención en la Radio Ecclesia, que debería evitar la cacería de brujas y la venganza en contra del antiguo régimen.
La familia dos Santos aun conserva el control de otra joya gubernamental, el fondo soberano de riqueza del país, dirigido por el hijo del exgobernante, José Filomeno. Pero los rumores de su renuncia ya están en marcha, especialmente desde que estuvo implicado en el escándalo fiscal offshore de los “Paradise Papers”.
Con 75 años el ex jefe de Estado, debilitado por la enfermedad anunció que se retirará de la política en 2018, hasta entonces mantendrá la presidencia del poderoso MPLA como garantía de protección.
Fuente: Daily Monitor25
[Traducción, Muriel Balda Aspiazu]
[Fundación Sur]
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