Agnes Bowa es una profesora de educación secundaria de la capital comercial de Malawi, Blantyre. Esta profesora puede atestiguar el valor que tiene educar a las niñas, ya que les cambia la vida. Bowa viene de una familia de 9 personas, 6 de ellas chicas. Ella y sus hermanas poseen educación superior y, de hecho, Agnes se graduó en la Universidad de Malawi. Esta profesora nos cuenta su historia: «por mi experiencia familiar, veo que aquellos que tuvimos educación universitaria tenemos como máximo 2 hijos. Mi marido y yo acordamos que éste era un buen número para que nosotros y nuestros hijos podamos tener una mejor calidad de vida».
La experiencia de Bowa es un ejemplo del valor de educar a las niñas, explorado en la octava edición del Malawi Economic Monitor (MEM): Investing in Girls’ Education (en español: Monitor Económico de Malawi: Invertir en la Educación de las Niñas).
En Malawi, cerca de 4 de cada 10 niñas se casa antes de la mayoría de edad, y 3 de cada 10 niñas tiene su primer hijo antes de los 18 años. En parte como resultado, la tasa de la finalización de la educación secundaria sigue siendo muy baja para las niñas de Malawi.
El MEM señala los impactos negativos significativos de la perpetuación del matrimonio infantil y de la falta de educación en las niñas, como son ingresos más bajos para las mujeres, mayor crecimiento de población, riesgos sustanciales para la salud, mayor índice de violencia entre parejas y un índice notoriamente más alto de pobreza. En consecuencia, el país pierde cientos de millones de dólares en beneficios.
Además, este informe señala una gran gama de beneficios que supone acabar con este problema:
El primer y uno de los mayores beneficios económicos de terminar con el matrimonio infantil y educar a las niñas resultaría en una reducción estimada de 21 puntos porcentuales en el crecimiento anual de la población, lo que aumentará los niveles de vida y reducirá la pobreza. Este tipo de beneficios crece rápidamente con el tiempo. De hecho, terminar el matrimonio infantil hoy podría generar beneficios de alrededor de 500 millones de dólares por año para 2030.
El MEM señala que otro gran beneficio económico de terminar con el matrimonio infantil es que las mujeres ganarían más, gracias a la oportunidad de obtener un mayor nivel educativo. A este respecto, el economista líder del Banco Mundial y coautor del informe, Quentin Wodon, señaló: «si las mujeres que se habían casado de niñas hubieran podido retrasar su matrimonio, sus ingresos anuales de hoy podrían haber subido en aproximadamente 167 millones de dólares. Poner fin al matrimonio infantil y educar a las niñas no solo es lo correcto, también es una inversión inteligente.”
Los riesgos de que los niños pequeños se atrofien o mueran a la edad de 5 años debido al matrimonio infantil y a los embarazos de adolescentes a una edad temprana también tienen grandes costos económicos. Además, terminar con el matrimonio infantil probablemente resultaría en una reducción de la violencia de la pareja, ya que las esposas jóvenes son más propensas a sufrir la violencia de sus parejas.
Finalmente, al reducir el crecimiento de la población, terminar con el matrimonio infantil reduciría la presión que los servicios básicos ponen en el presupuesto nacional. Los ahorros podrían invertirse para mejorar la calidad de los servicios públicos. El ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de Malawi, Bright Msaka, declaró que: “si no podemos reducir la tasa actual de crecimiento de la población, enfrentaremos una enorme presión sobre los limitados recursos de la tierra y sobre la prestación de servicios, haciendo que nuestra lucha contra la pobreza sea mucho más difícil de lo que es ahora. Esta acción ya no puede esperar”. Además, Msaka puntualiza que para retrasar la edad en el primer matrimonio y en la maternidad, las leyes adecuadas deben ponerse en marcha como un primer paso. Según él, es por esta razón que en 2017, el gobierno modificó la edad de matrimonio en Malawi de 16 a 18 años. De hecho, esta modificación supone un logro histórico en el proceso para prohibir el matrimonio infantil. Finalmente, Msaka señaló que “debemos involucrar a las familias para aprovechar las oportunidades creadas para el avance de las niñas”.
Además, el MEM estima que se podrían lograr reducciones aún mayores si todas las niñas completaran la educación secundaria. Más allá de las mejoras legales, el gobierno también ha lanzado una estrategia nacional para acabar con el matrimonio infantil en el país, el cual ayudará a implementar intervenciones dirigidas a aliviar las restricciones en la educación de las niñas y a ampliar las oportunidades para que las adolescentes cumplan con su potencial.
Más allá de los pasos que ha tomado el gobierno, el MEM exige una mayor inversión en la educación de las niñas, brindando oportunidades económicas a las niñas que no asisten a la escuela y que, además, no pueden volver a la escuela e impartir a las adolescentes habilidades para la vida y conocimientos sobre salud reproductiva.
Fuente: The World Bank
[Traducción y edición, Sara Gil Martín-Serrano]
[Fundación sur]
Artículos relacionados:
– 23 millones de niñas son víctimas del matrimonio infantil en Nigeria
– Hablemos de estadísticas: el dinero que pierde África debido al matrimonio infantil
– El Banco Mundial publica el costo del matrimonio infantil en África
– El matrimonio infantil en África: una plaga de hoy en día
– ¿Por qué se considera el matrimonio infantil como una forma de violencia contra las mujeres y niñas?
– La iglesia ortodoxa etíope contra el matrimonio infantil
– El matrimonio infantil, violencia silenciada
– El Ministro de Justicia marroquí justifica el matrimonio infantil
– El matrimonio infantil en Malawi : Día Internacional de la Niña
– Para acabar con el matrimonio infantil tenemos que hablar más alto, con una sola voz
– El matrimonio infantil es una deshonra para Ghana : Día Internacional de la Mujer
– El Ministro de Justicia marroquí justifica el matrimonio infantil
– Mozambique y Guinea-Bissau, con altas tasas de matrimonio infantil
– La Unión Africana lanza su primera campaña para acabar con el matrimonio infantil