El ministro de Exteriores de Marruecos ha advertido el día 22 de marzo de que la actual “primavera árabe” podría terminar rápidamente su la transición en Egipto y Túnez no lleva a una democracia real.
El ministro de Exteriores marroquí, Taieb Fassi Fihri, dijo que pretende decir a la secretaria de estado de Estados Unidos, Hillary Clinton en una reunión que celebraron el día 23 de marzo, en Washington, que el grupo de los 8 países más industrializados del mundo, debería lanzar una nueva iniciativa para garantizar que los principios e instituciones democráticos arraigan en Túnez y en Egipto, donde los dictadores han sido recientemente expulsados.
En una entrevista telefónica, el ministro explicó que Marruecos “está muy entusiasmado” con “la primavera árabe porque hemos demostrado que la población árabe también tiene democracias, y no hay una excepción árabe a los principios universales”.
Pero el ministro marroquí advirtió que el mundo árabe no es monolítico, que hay una mezcla de sistemas políticos que van desde las monarquías a los dictadores políticos y sistemas de partido único.
Mientras que los países comparten muchos retos como el desempleo, la escasez de vivienda digna y la necesidad de combatir la corrupción, y explicó que las respuestas a todos estos problemas serán diferentes.
“Existen muchos riesgos y no estamos seguros de que la primavera árabe lleve con éxito a… el verano árabe”, dijo Fassi Fihri, “podemos acabar en el oscuro invierno”.
El ministro marroquí recordó cuando el Sah Mohammed Reza Pahlavi, de Irán, un líder pro occidental, fue derrocado en 1979 y reemplazado por el Ayatola Ruhollah Khomeini, que lanzó una revolución islamista. “Hay una revolución en Túnez y Egipto”, dijo, “queremos confirmar que no retrocederán a otro gobierno autocrático, como ocurrió en Irán en 1979”.
Fassi Fihri dijo que hay otros riesgos que provienen de los elementos contra-revolucionarios y conservadores de Al Qaeda. “Al Qaeda puede haberse visto sorprendido por lo que ha pasado en el mundo árabe, dijo, pero probablemente utilice la transición para trabajar sus próximos movimientos.
El ministro marroquí expresó “su solidaridad con el pueblo de Libia, porque somos ambos miembros de la Unión del Magreb Árabe”, que agrupa a los estados del norte de África.
El ministro también planeaba hablar con Clinton sobre “seguridad” en la región y la “disputa de Marruecos con Argelia, sobre el Sáhara Occidental”.
Mientras tanto, protestas en todo el país
Mientras tanto, el día 21 de marzo, varios centenares de profesores protagonizaron una marcha pacífica por las calles de Rabat, capital de Marruecos, para pedir mejoras salariales. Tan sólo un día después de una de las mayores protestas anti gobierno que el país ha conocido en la última década, la manifestación del domingo día 20 de marzo, que pedía un cambio de gobierno y protestaba contra la corrupción.
La manifestación del lunes, que interrumpió breve y ruidosamente el tráfico en Rabat, se desarrolló pacíficamente, al igual que la más generalizada del día anterior. El ministerio de Interior calcula que salieron a la calle 35.000 personas para protestar pacíficamente contra el gobierno, en las principales ciudades del reino, aunque los organizadores elevan esa cifra a muchos más.
La prensa local dio amplia cobertura a estas manifestaciones antigubernamentales, asegurando que las protestas públicas están cogiendo fuerza en Marruecos, al igual que ha ocurrido en otros países del norte de África y oriente Medio. “La bola de nieve crece cada día”, titulaba el diario independiente Akhbar Al Yawm, en su editorial. El diario L’Economiste afirmaba en su portada del lunes “Es necesario renovar el contrato social”.
(Angola Press/North African Journal, 23-03-11)
