Los rebeldes del grupo M23 han tomado dos ciudades clave en el este de la República democrática del Congo (RDC) mientras avanzan por la región. La información se hizo pública en un momento en que la crisis humanitaria y de seguridad se está agravando.
La semana pasada, los rebeldes tomaron las ciudades de Katale y Masisi, esta última situada a 80 kilómetros al oeste de la capital regional, Goma, y punto estratégico de entrada al interior del país.
El portavoz político del M23 se atribuyó la responsabilidad de la captura de Masisi en la plataforma de redes sociales X, señalando que el grupo se comprometía a proteger a los civiles. Entretanto, el ejército congoleño comunica que todavía está verificando la información.
El M23 es uno de los más de 100 grupos armados que han estado luchando por territorio en el este del Congo, rico en minerales, cerca de la frontera con Ruanda, en un conflicto que ha creado una de las mayores crisis humanitarias del mundo. Más de 7 millones de personas han sido desplazadas.
La RDC y las Naciones Unidas acusan a Ruanda de apoyar al M23. Ruanda lo niega, pero en febrero reconoció que tiene tropas y sistemas de misiles en el este del Congo para garantizar su seguridad, señalando que ha habido una acumulación de fuerzas congoleñas cerca de la frontera.
Entre tanto la sociedad civil congoleña moviliza a los ciudadanos de Bukavu contra la amenaza del M23. En Bukavu, capital de la provincia de Kivu del Sur, tuvo lugar el día 4 de enero una importante marcha ciudadana, organizada por la organización de la sociedad civil Fuerzas Vivas (Forces Vives en francés).
Miles de habitantes salieron a la calle para expresar su preocupación por el reciente avance de los rebeldes del M23 en Kivu del Sur a través de la ciudad fronteriza de Minova.
Maître Nene Bintu, dirigente de la Sociedad Civil de Kivu del Sur, expresó su profunda preocupación por el gobierno, afirmando que «los congoleños están siendo asesinados como moscas, con millones de desplazados internos, acompañados de numerosas crisis humanitarias y sus consecuencias. El régimen de Kigali ha dado claramente la espalda al proceso de Luanda, boicoteando la reunión del 15 de diciembre de 2024«.
Blandiendo pancartas y coreando consignas, los manifestantes también condenaron la extracción ilegal de minerales, un problema persistente en la zona de Kivu del Sur, un lugar rico en recursos naturales, que sufre desde hace años el saqueo organizado por parte de empresas de capital chino, que apoyan a redes locales y globales.
Fadhili Mubole, un habitante de Bukavu, expresó su preocupación por la extracción ilegal de minerales en el territorio de Mwenga por parte de ciudadanos chinos.
«Lo dejé todo para salir a la calle. Estamos cansados de presenciar el saqueo de nuestros recursos, pero no se construyen carreteras ni infraestructuras. Cada día, la gente de nuestra comunidad sufre hambre y debemos denunciar esta injusticia».
En medio de las tensiones que persisten en el este de la República Democrática del Congo, esta protesta pone de manifiesto la determinación de la población de Kivu del Sur de oponerse a la inseguridad y a la explotación ilegal de sus recursos.
La atención se centra ahora en las autoridades, a las que se insta a aportar soluciones tangibles a estos acuciantes desafíos que amenazan la paz y el desarrollo de la región.
Fuentes: O Pais y Africanews
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]
