Según la Coordinación Provincial de la Sociedad Civil de Kivu del Norte, decenas de civiles murieron en el territorio de Rutshuru, en Kivu del Norte (este de la República Democrática del Congo), el pasado 4 de Noviembre, por los bombardeos de la artillería del M23, a pesar de que el día anterior, el grupo rebelde había declarado un alto el fuego unilateral. En la declaración se apuntaba que “hasta las 23,30 horas locales del 4 de noviembre nuestra estructura ha recibido informes de la población acerca de distintos lanzamientos de obuses en numerosas localidades, especialmente en Bunagana y Chengero. Si antes de la llegada de la noche, el balance provisional era de 12 muertos y veinte heridos, con las bombas lanzadas durante la noche, el balance será mucho mayor”. Según la nota, además “visto el uso por parte del M23 de armas de largo alcance”, es probable que también se vieran afectadas algunas áreas de Uganda del distrito de Kisoro, cerca de Bunagana. “Varias casas fueron dañadas por los disparos del M23 contra los civiles. Se trata de un verdadero crimen de guerra”.
El M23 ha anunciado hoy 5 de noviembre que “pone fin a la rebelión” y que quiere continuar su lucha a través de medios pacíficos. Según ha podido saber la Agencia Fides, el avance del ejército congoleño, apoyado por los cascos azules de la MONUSCO, ha infligido grandes pérdidas a los grupos armados y, sólo en Mbuzi, han muerto al menos 5 oficiales del M23.
Agencia Fides