Los rebeldes de Uganda han matado a al menos 537 personas y secuestrado a otras 408, durante los ataques que han perpetrado a los pueblos del noreste de la República Democrática del Congo, desde el pasado mes de septiembre, según la ONU.
El grupo rebelde que se hace llamar el Ejército de Resistencia del Señor, LRA, está huyendo de una ofensiva multinacional, liderada por el gobierno de Uganda.
Ron Redmond, el portavoz del Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados, UNHCR, ha declarado: “Estamos cada vez más preocupados por la situación humanitaria y los continuos ataques del LRA a la población civil, en la provincia oriental de la República Democrática del Congo”.
“Al menos 104.000 personas también se han visto obligadas a huir de la violencia, que estalló el pasado mes de septiembre, en la región vecina del sur de Sudán y Uganda”, asegura Redmond.
“Muchos de estos desplazados internos todavía se están escondiendo en la selva, particularmente en las zonas de alrededor de la ciudad de Faradje, duramente sacudida por los ataques durante el periodo navideño”. Se calcula que 37.000 personas han huido de Faradje, una ciudad que hace frontera con Sudán, entre las cuales hay unos 10.000 niños, según el comunicado emitido por la UNHCR.
Uganda, la República Democrática del Congo y el Sur de Sudán lanzaron un ataque conjunto al LRA, el 14 de diciembre de 2008, después de que Joseph Kony, el líder de los rebeldes, volviese a negarse a firmar el acuerdo de paz, para terminar con esta rebelión contra el gobierno de Uganda.
Sin embargo, la acción militar ha provocado más ataques retaliatorios por parte de los rebeldes, contra la población civil local.
Redmond declara que la mera visión de los rebeldes del LRA causa “pánico y nuevos desplazamientos” por toda la región.
El personal de la Agencia de la ONU también informa de “movimientos considerables de población que se están produciendo en las dirección de Faradje y zonas del sur de Dungo”, añade.
“Estamos extremadamente preocupados por el destino de las personas que cada vez se ven más atrapados en conflictos cercanos a las fronteras de la República Democrática del Congo, la República Centroafricana y Sudán”, declara.
La semana pasada, el LRA exigió que terminase la ofensiva militar regional contra sus fuerzas y pidió con carácter de urgencia a los mediadores de la ONU, que organizasen nuevas conversaciones, en torno al acuerdo de paz.
(Aljazeera, 15-01-09)