Los rumores y las informaciones sobre que el antiguo señor de la guerra, Prince Yormie Johnson, ha amenazado con llevar a Liberia de nuevo a la guerra civil, si se le intentar juzgar por crímenes de guerra, han llegado a ser tan serios, que la embajadora de los Estados Unidos en Liberia, Linda Thomas Greenfield, ha acudido al senado de Monrovia, para mantener una reunión a puerta cerrada, inmediatamente, con el enfadado ex general rebelde.
Un informe asegura que en la reunión, el que una vez fuera comandante del Frente Patriótico Independiente Nacional, INPFL, una de las fuerzas combatientes en la sangrienta guerra de Liberia, aseguró a la embajadora americana que él no había amenazado con otra guerra en Liberia.
Hablando con la prensa después de la reunión, Prince Johnson, uno de los más temidos rebeldes durante la guerra, declaró: “Nunca le he dicho a nadie en este país que iba a traer la guerra, todas esas publicaciones que han hecho ustedes han provocado que ella haya venido para aclararlo. ¿por qué iba yo a traer la guerra a mi propio país?». Según Greenfield, la reunión con Johnson era para que el mismo ex jefe rebelde le aclarase el asunto de las supuestas declaraciones sobre volver a la guerra.
La actual inquietud en Liberia se desató cuando la pasada semana la Comisión de Verdad y Reconciliación publicó su informe final, Comisión que había sido establecida para examinar las causas de la guerra de Liberia y para recomendar al gobierno cómo evitar que se vuelva a repetir el enfrentamiento armado. En su contundente informe, la Comisión recomienda que se debería prohibir a ciertos políticos liberianos, entre los que se incluye a la actual presidenta, Ellen Johnson Sirleaf, ocupar un cargo público durante 30 años, por su papel en la guerra. También recomienda que el ex presidente, Charles Taylor, y los líderes de los grupos rebeldes ya extintos que participaron en la guerra, como Prince Y. Johnson, el profesor Alhaji G. V. Kromah, George Boley y Thomas Yaya Nimely, sean juzgados por las atrocidades cometidas durante la guerra.
El informe nombra a 98 personas en total, con nombres y apellidos, a las que acusa de atrocidades durante la guerra.
La amenaza de Prince Johnson no le ha sentado bien a Estados Unidos, consciente de que si se producen más amenazas de este tipo, destruirán la paz en Liberia y todos los esfuerzos de recuperación que ellos han apoyado, financiado e impulsado.
Aunque la mayoría de los liberianos están consternados con la a menudo temperamental conducta de Prince Johnson y sus supuestas tácticas de chantaje, muchos está enfadados con el ex líder rebelde porque piensan que ha tentado demasiado a su suerte, teniendo en cuenta que el suyo fue uno de los grupos más violentos y desmandados durante la guerra, incluso él mismo fue grabado por las cámaras internacionales matando a civiles, por lo que debería responder ante la justicia por crímenes de guerra, al igual que Charles Taylor. En lugar de estar entre rejas, Prince Johnson ahora es senador por el condado de Nimba. Muchos piensan que debería haber mostrado alguna gratitud por este perdón.
(Cocorioko, Sierra Leona, 07-07-09)
