Túnez ha reformado su código penal para prohibir los azotes a los niños, según han declarado oficiales del gobierno tunecino.
Después de la votación de los parlamentarios, los castigos corporales a los menores por parte de los padres serán considerados un delito penal.
Esta enmienda deroga una provisión legal previa que estipulaba que este tipo de castigos, impuestos por personas con autoridad sobre los niños, no podían ser considerados delitos.
Los oponentes a esta reforma argumentan que socava la autoridad de los padres y podría llevar a una pérdida de los lazos tradicionales familiares.
Pero el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Lazhar Bououny ha explicado que pretende evitar las consecuencias de la violencia contra los niños y promover “las relaciones basadas en el respeto mutuo, el diálogo y la comprensión”.
El parlamento también ha fijado en 18 años, la edad legal penal y para votar.
Túnez ha negado repetidamente las críticas de violaciones de los derechos humanos en el país, argumentando que ha firmado la Convención Internacional de los Derechos de los niños y que promueve los derechos de la mujer.
(IOL, 22-07-10)