Sudán ha cerrado la puerta a las conversaciones de paz con el principal grupo rebelde de Darfur, el Movimiento para la Justicia y la Igualdad, JEM, según ha declarado uno de los jefes negociadores, advirtiendo que en lugar de las conversaciones, Sudán perseguirá a los líderes de JEM.
El consejero presidencial, Ghazi Atabani dijo a los periodistas que los mediadores en las conversaciones de paz entre el JEM y el gobierno de Jartum, Qatar y la Unión Africana, han recibido ya la notificación de la decisión de Jartum. “Hemos informado a los mediadores de nuestra intención de perseguir a los líderes del movimiento que ha violado todos los acuerdos y ha cometido crímenes continuamente”, dijo Atabani, el negociador jefe de las negociaciones de paz.
“Es un movimiento que practica una política de separación, que comete crímenes y secuestros y que no merece la legitimidad que le hemos dado”, añadió.
JEM, uno de los dos principales grupos rebeldes de Darfur, firmó una acuerdo marco en febrero en Doha que fue elogiado por toda la comunidad internacional como un gran paso para alcanzar la paz en la región devastada por siete años de guerra.
Pero no hubo acuerdo final y comprehensivo al final del plazo establecido del 15 de marzo, y JEM rompió las conversaciones el mismo mes, acusando a las fuerzas del gobierno de haber roto el alto el fuego y retomado los ataques.
Poco después, el gobierno de Jartum firmó un acuerdo marco de paz en Doha con el Movimiento de justicia y Liberación, otro grupo rebelde que está formado de una alianza de facciones separatistas.
Atabani descartó más conversaciones de paz con el JEM, pero dijo que en la primera semana de junio, habrá otra ronda de negociaciones con el Movimiento de Justicia y Liberación.
A principios de este mes, Sudán pidió la ayuda de la Interpol para arrestar al líder de JEM, Khalil Ibrahim, en Egipto.
Un tribunal especial de Sudán acusa a Ibrahim de ser el cerebro del ataque sin precedentes por parte de los rebeldes del JEM a Omdurman, la ciudad gemela de la capital.
Darfur, una región de desierto árido, del tamaño de Francia, ha sido presa de una guerra civil desde 2003, que ha matado a más de 300.000 personas y desplazado a otras 2.7 millones, según datos de la ONU. Jartum dice que la cifra de muertos es de 10.000.
(News 24, 27-05-10)