Un partido de oposición de Ruanda ha acusado al gobierno de forzar a la gente a exhumar los restos de sus familiares asesinados durante el genocidio de 1994.
Las autoridades dicen que los restos de los muertos deben ser llevados todos juntos al lugar del memorial, para que las masacres nunca sean olvidadas. Unos 800.000 tutsis y hutus moderados murieron en el genocidio que duró 100 días en Ruanda, en 1994.
Ningún representante del gobierno, ni el ministro de Información, ni la Comisión Contra la Ideología de Genocidio, han respondido a estas acusaciones.
Un representante del recién formado partido de la oposición, el Congreso Nacional de Ruanda, Jonathan Musonera, ha declarado que él personalmente se ha visto afectado por las órdenes del gobierno.
“Las autoridades nos dieron instrucciones para que exhumásemos los restos de nuestros familiares y los llevásemos al memorial del genocidio”, explicó, “mi familia se negó, pero el gobierno dijo que si no lo hacíamos nosotros, enviarían a prisioneros para exhumar los restos.
“No tuvimos otra opción. Mis familiares cavaron las tumbas, sacaron los cuerpos y se los dieron a las autoridades, que los llevarán al sitio del memorial”.
Ideología de genocidio, un arma contra la oposición
Por otra parte, el partido de oposición FDU Inkingi, emitió un comunicado el día 27 de mayo, para denunciar que por décima semana consecutiva, las autoridades de Ruanda han impedido que se visite a la líder de su partido, Victoire Ingabire, encarcelada por “motivos políticos” según la oposición.
Victoire Ingabire fue detenida el 14 de octubre de 2010. Tras meses de encarcelación sin cargos, finalmente ha sido acusada de ideología genocida, divisionismo y amenaza a la seguridad del estado, cargos por los cuales, la fiscalía ruandesa pide cadena perpetua para la líder de la oposición, a la que el régimen del actual presidente, Paul Kagame, no permitió presentarse a las elecciones presidenciales del pasado mes de agosto.
Varias organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, como Human Right Watch y Amnistía Internacional entre otros, han criticado al gobierno de Paul Kagame por utilizar la ideología de genocidio como arma para suprimir a la oposición.
El partido FDU Inkingi recuerda en su comunicado una lista de líderes políticos críticos y de oposición al régimen de Kagame que han sufrido intentos de asesinato, que han sido asesinados o que están en peligro de serlo, como se muestra en las revelaciones por parte de la policía de Reino Unido, que el pasado 12 de mayo advirtió a varios exiliados ruandeses sobre el peligro inminente que corrían sus vidas, al haberse comprobado la intención del gobierno de Ruanda de “atentar contra la vida de sus opositores residentes en UK”.
Una de las personas alertadas del riesgo por la policía británica es precisamente el representante del Congreso Nacional de Ruanda, Jonathan Musonera, que actualmente reside en Reino Unido y que ha denunciado las órdenes de exhumación de las víctimas del genocidio de 1994.
(Africa News Agency/FDU Inkingi, 27/29-05-11)
